Relación de Michoacán, texto completo
Datos para citar este texto:
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Moisés Franco Mendoza (coord.), paleografía Clotilde Martínez Ibáñez y Carmen Molina Ruiz, México, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, p.409
Pasándose algunos días, por una fiesta de Purécotaquaro, fué Taríacuri con los suyos al sacrificio de las orejas que se hacía por aquel tiempo. Queri- endo ir no sé a qué parte a holgar, sacaron de las trojes su dios Curíca- ueri y otro dios de la guerra llamado Pungárecha y pusiéronlos al pie de la troj para componerse los sacerdotes con ellos, y a Pungárencha pusieron en el patio. Ya que se partía Taríacuri con su gente, venían atrás dando voces dos hombres y Taríacury llamó a un viejo de aquellos que andaban con él llamado Chupítani y díjole: "¿quién son aquellos que vienen dando vo- ces?". Y díjole Chupítani: "no sé, señor". Y enviólos Taríacuri a recebir y como los encontrasen en el camino, saludaron los viejos y dijéronles: "Señores, seáis bien venidos". Y éstos se llamaban Xorópeti y Taréquasinguata [borrado] Y dijeron a los viejos: "¿Está aquí nuestro cuñado? Y los viejos les dijeron: "señores, allí está". Y dijeron Xorópeti y el otro Taréquasinguata: "nosotros íbamos a sa- crificarnos las orejas en esta fiesta, al monte llamado Hoátaro pexo". Y dijeron los viejos que lo querían hacer saber a Taríacuri. Y como llegasen donde estaba Taríacuri dijéronle cómo vianan [sic] estos dos principales susodichos, de un pueblo llamado Yzíparámucu, y que se iban a sacrifi- car las orejas. Y díjoles Taríacuri: "poné en las trojes a Curícaueri y a Pungárancha, porque quizá no les demos aquí alguna pena si acontecie- re alguna cosa". Y tomó su arco y flechas y salió a recebir los dichos prenci- pales y saludóles Taríacuri diciéndoles: "seáis, señores, bien venidos". Y e- llos le dijeron: "¿Pues, qué hay, cuñado? Nosotros venímonos a sacrificar a esta fiesta al monte llamado Hoátaro pexo". Y díjoles Taríacuri: "seáis, señores, bien venidos". Y dijo a los suyos: "aquí hicimos denantes la salva a Curícaueri. ¿Cómo, no sobró algo de vino?". Iban hablando hacia casa y como lo supo su mujer de Taríacuri, atavióse muy bien y anda- ba a una parte y a otra saliéndolos a recebir. Púsose una buena saya y otros vestidos y saludó [a] aquellos prencipales y dijoles: "hermanos, seáis bien venidos". Y ellos así mesmo la saludaron. Y sacáronles de comer y
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