129. Los afines en primer grado son los siguientes: En la línea recta ascendente: el suegro (Socer), padre de la mujer o del marido = Suegra (Socrus), madre de la mujer o del marido= Padrastro (Vitricus), varón de la madre= Madrastra (Noverca), mujer del padre. En línea recta descendente: Yerno (Gener), marido de la hija= Nuera (Nurus) la mujer del hijo.= Hijastro (Privignus), hijo de otro cónyuge.= Hijastra (Privigna) hija de otro cónyuge. Entenado (Privignus), vulgarmente el concebido y nacido de una mujer que después se casa con otro. En la línea oblicua: Cuñado (Levit), hermano de la mujer= Cuñada (Gloss), hermana del marido.= Cuñado (Uxorius), hermano de la mujer= Cuñada (Fratria) mujer del hermano= Cuñado (Sororius), marido de la hermana. Concuños (Congeneri), maridos de dos mujeres.= Concuñas. (Janitrices), mujeres de dos hermanos. Aunque en la distancia desigual sólo constituye impedimento el grado de la consanguinidad de la más remota, según la disposición de S. Pío V., debe explicarse en la dispensa que se pide el grado más próximo, lo cual fácilmente se podrá ver en el siguiente esquema En este esquema Juan y María están en el primer grado, como allí mismo se asigna. Pero Juan con Magdalena que es más lejana de Pedro- tronco, está en primero con segundo; pues Magdalena dista dos grados de Pedro-tronco, descontado éste. El mismo Juan con Rosa está en primero con tercer grado; con Margarita, primero con cuarto; con Lucía, primero con quinto, por lo que carece ya de impedimento eclesiástico y no tiene que expresarse tampoco el primer grado ni necesita dispensa porque el parentesco no lo considera la Iglesia más allá del cuarto grado. Igualmente, Felipe está con Rosa en el segundo con tercero; con Margarita en segundo con cuarto; con Lucía en segundo con quinto y por lo mismo sin impedimento. Antonio con Margarita en tercero con cuarto; con Lucía en tercero con quinto y sin impedimento; José con la hija de Lucía en grado que ya no constituye impedimento porque ni con la misma Lucía ya lo tienen por derecho eclesiástico. Lo mismo que se ha dicho de los varones comparándolos con las mujeres, se debe decir de estas con relación a aquellos.