de Castilla, de Aragón, y de Navarra, así como del Rey Wamba, de Egica, de Alfonso VII y de otros refieren Jacobus Valdes. de Dignit. Reg. Hispan. cap. 14, Camilo Boreli de Praestant. Reg. Cathol. cap. 49, González in c. un. h. t. n. 18.
246. También la iglesia, cuando se consagra, se unge en las paredes; cuando el altar se consagra es ungido por el obispo, primero con óleo simple, después con crisma en sus esquinas, C. 32. de Cens. D. 1. Cuando el obispo bendice el cáliz, lo unge con crisma en la superficie. Rito que se tomó de cuando Dios mandó a Moisés, Exod. 30. v. 25. 26. 27, que hiciera el óleo de la unción, con el que ungiría el tabernáculo del testimonio y el arca del testamento, y la mesa con los vasos, y a ejemplo de San Silvestre que consagraba el altar y lo ungía totalmente con crisma C. un. §. fin. h. t. l. 16. tit. 4. p. 1. Más ampliamente in. tit. de Consecr. Eccles.

TÍTULO XVI
DE LOS SACRAMENTOS QUE NO DEBEN REPETIRSE

247. Sacramento se entiende: 1. Juramento, C. 1. de Feriis, Auth. Sacramenta puberum. C. Si adversus vendit. 2. Cosa escondida y secreta o misterio o secreto sagrado así: en Sap. 2. v. 22 se dice: Y desconocen los sacramentos de Dios, así el apóstol, Ef. 1. 9. dice de Dios: Nos dio a conocer el sacramento de su voluntad, así en Tobías 12. v. 7 se dice: Bueno es guardar el sacramento del Rey. 3. Algún signo sensible de nuestra santificación, y, así se entiende en el presente y, con frecuencia, en el derecho. Sentido en el cual lo define San Agustín in c. 32. D. 2.: Es la forma visible de la gracia invisible, denifinición que trae el Maestro de las Sentencias in. 4. D. 1. q. Et ibid. D. Thom. art. 1. q. 3: Debe decirse que aquella definición del Maestro designa completamente la razón de sacramento, en cuanto que ahora hablamos de los sacramentos. Y al 5. dice: El sacramento no se divide en sacramentos de la antigua y de la nueva ley, como el género en las especies, sino como lo análogo en sus partes. Pero, al contrario, que la razón de sacramento es unívoca sostienen: Suárez in. 3. p. D. 1. sect. 2, Marin de Sacram. Disp. 1. n. 12. con otros: lo cual ciertamente parece más conforme con el modo de hablar de, Trid. sess. 7. Can. 2. Conc. Florent. Cateche. S. Pii V: El Sacramento, en cuanto se restringe a la nueva ley, es un signo sensible instituído establemente por Cristo el Señor, que da ex opere operato la gracia santificante, a cualquiera que no pone óbice. Así se deduce de los concilios, de los padres y doctores.
248. Los sacramentos de la antigua ley eran signos de la gracia santificante o justificante y, así como nuestros sacramentos significan la gracia, actualmente que da Cristo, así aquéllos significaban la gracia que habría de dar Cristo, según aquello del Apost. ad Hebr. 10. v. 1. Pues la ley sólo es la sombra de los bienes futuros, no la verdadera realidad de las cosas. Sin embargo no causaban la gracia que significaban, conforme a aquello de Paulo ad Galatas, 4. 9. ¿Cómo de nuevo os volvéis a los flacos y pobres elementos? Et Glossa Ibid., a la ley que se dice flaca, porque no justifica cumplidamente, D. Thom. in 3. p. q. 62. art. 6.; sino solamente conferían cierta santidad o limpieza legal, como bien explica Magister Sententiarum in 4. D. 1.: Porque las cosas que fueron instituidas solamente para significar la gracia, sólo son signos, no sacramentos: como fueron los sacrificio carnales y las observancias ceremoniales de la antigua ley que nunca podían hacer justos a los oferentes, porque, como dice el Apóstol (Hebr. 9, 13): La sangre de los machos cabríos y de los toros y la aspersión de la ceniza de la vaca santificaba a los inmundos para la limpieza de la carne, no del alma: porque aquella inmundicia era del contacto de un muerto, de aquí que con San Agustín, no entiendo otra cosa por esta inmundicia que quita la ley, sino el contacto del hombre muerto. Así, la circuncisión hacía que el hombre, que antes estaba entre los inmundos e incircuncisos, fuera transferido al pueblo santo y especialmente elegido por Dios, según aquello del Exod. 19. v. 6. Deut. 7. v. 6. Pueblo Santo eres para el Señor tu Dios, el Señor tu Dios te eligió para que seas para El un pueblo especial, de entre todos los pueblos que están sobre la tierra. D. Thom. in 3. p. D. 62. art. 6. dice: Aquella santificación era figurativa porque se decía que eran santificados por el hecho de que se aplicaban al culto divino, según el rito de la antigua ley, que todo entero se ordenaba a figurar la pasión de Cristo. Y ciertamente en la antigua ley había figuras y no sacramentos, como el paso del mar rojo y la protección de la columna, que era figuras de la eucaristía y ninguna de ellas era sacramento. Había otras que eran figuras y tambien sacramentos: como la circuncisión, que era figura del bautismo; la comida del cordero pascual y la comida de los panes de la proposición eran figuras de la eucaristía. La consagración de los sacerdotes era figura del orden sagrado, y para el sacramento de la penitencia se daban varias purificaciones y expiaciones: cosas todas que eran sacramentos y, por lo tanto, en la antigua ley precedieron más sacramentos que los que se encuentran en la ley de gracia, D. Thom.