Et ibid. Gregorio López. V. Muy pobre, e vil.
151. 5. Quedan excluidos de dar testimonio también los que están ligados con excomunión mayor, porque se cuentan entre los infames y no pueden comunicarse con los demás. c. 8. de Sentent. excom. in 6. El excomulgado vitando debe rechazarse por el juez, aunque la parte nada oponga. El tolerado que tiene una excomunión públicamente conocida, puede rechazarse, pero el juez no tiene obligación de hacerlo si no lo pide la parte contraria. Si ésta no opone la excomunión, se interpreta que renuncia a su derecho. En un crimen de herejía, también los excomulgados son admitidos a testificar, en favor de la fe. c. 5. de Haeret. in 6. Dian. in Sum. V. Inquisitores, n. 204. Cuando un excomulgado vitando de hecho dio testimonio en un juicio sin que nadie lo rechazara, es válida su declaración. Si la parte contra la que declaró se opone, no vale el testimonio. Suárez de Cens. D. 16. sect. 6. n. 5. et alii. 6. Quedan rechazados de dar testimonio: el que está acusado de un crimen grave que causa infamia; el que está encarcelado o denunciado de ese crimen; y aquel contra quien se hace la inquisición de él por encargo del juez, ya que a la misma debe preceder la infamia. Todos estos no se admiten a testificar en otra causa criminal en la que los testigos deben ser mayores de toda excepción, L. 10. tit. 16. p. 3., porque mientras esté pendiente su acusación, se interpreta que su estima está gravada. c. 56. h. t. Lo mismo sucede si el ya condenado apeló, mientras la apelación esté pendiente. Atendiendo al derecho canónico, un acusado puede admitirse a testificar en una causa civil, pero no un encarcelado. Por el derecho civil se admite a un acusado para testificar en cualquier causa, pero no como testigo mayor de toda excepción. Por todos los derechos, se admite a un acusado de crimen para testificar en crímenes exceptuados. Queda rechazado también el criminoso; a saber, aquél a quien se le atribuye un crimen que es probado en un juicio, aunque no sea convicto ni confeso ni haya sido condenado, mientras persevera en el crimen; porque no debe creérseles lo que testifican contra otros, a quienes están implicados en crímenes c. 9. 3. q. 5. c. 13. q. 11. c. 54. h. t. Si ya está enmendado y no está aneja al crimen una infamia de derecho, el criminoso puede admitirse en una causa civil y en una criminal intentada civilmente. c. 54. h. t. Si la parte contraria sabe de ese crimen y no se opone, es válido el testimonio del criminoso en cualquier causa, porque se considera que la parte renuncia a su derecho; pero el juez, por su oficio, puede y debe rechazar a tal testigo. El testimonio del criminoso es válido también en las causas sumarias y para probar la inocencia del reo, lo mismo que si no hay otros testigos, pero no hará una prueba plena. Lo anterior, procede en el derecho canónico, porque en el civil, el testimonio de un criminoso no se rechaza en una causa, a no ser que haya contraído infamia por razón del crimen, por haber sido condenado en un juicio o porque la infamia va aneja al crimen por el mismo derecho. L. 3. §. 5. ff. h. t.
152. Otros testigos son inhábiles en parte, en cuanto que tienen prohibido testificar en algunas causas: 1. La mujer, antiguamente no era admitida por el derecho canónico en ninguna causa civil o criminal, principalmente de clérigos c. 17. 33. q. 5. Posteriormente se le admitía en las causas civiles y matrimoniales c. 2. 35. q. 6., mas no en las criminales criminalmente intentadas. c. 22. c. 23. h. t. a no ser que por casualidad la verdad no se pudiera conseguir por otra vía, como en c. 3. h. t. Quedaban excluidas las mujeres a causa de que frecuentemente la mujer produce testimonio vario y mudable. c. 10. de V. S. Sin embargo, sí se admiten en los crímenes exceptuados cuando no hay varones o cuando el juez procede de oficio a la inquisición del crimen. c. 3. h. t. Et Ibid. González n. 4. et Glossa in c. 10. de V. S. V. Non Foemina. Por el derecho civil la mujer puede ser testigo también en una causa criminal intentada criminalmente. L. 20. §. 6. ff. Qui testament. facer. En España, omitidas las leyes antiguas del fuero juzgo, del fuero real y las de estilo, actualmente la mujer de buena fama (no una meretriz) puede ser testigo en cualquier causa, ya sea civil o criminal, L. 17. tit. 16. p. 3. Et ibid. Gregorio López Gómez. 3. Variar. c. 12. n. 13. Pero por todos los derechos se le excluye de testificar en un testamento. L. 20. §. 6. ff. Qui Testam. fac. L. 1. tit. 1. p. 6., aunque las partes lo consientan. L. 55. ff. de Legat. 1. Pero también cuando las mujeres son admitidas a dar testimonio, si se oponen a los testimonios de los hombres, éstos, en igualdad de circunstancias, se prefieren a los testimonios de las mujeres, a no ser que los hombres testifiquen a favor del actor y las mujeres a favor del reo. 2. El menor de 20 años queda excluido de testificar en una causa criminal, porque en éstas, el testigo debe tener 20 años completos. L. 20. ff. h. t. l. 9. tit. 16. p. 3. Sin embargo, se admite el menor de 20 años en las civiles, a no ser que sean muy difíciles que por ello se equiparen a las criminales. En caso que se reciba el testimonio del menor en una causa criminal, hace una gran presunción. L. 9. tit. 16. p. 3. Más aún, como ya lo dijimos, aun los impúberes se examinan cuando no hay suficientes testigos. En los crímenes exceptuados sí se admite