está solamente bendita, puede ser reconciliada por un simple sacerdote con la aspersión de agua bendita y sin licencia del obispo, c. fin. h. t. L. fin. tit. 10. p. 1.

TÍTULO XLI
DE LA CELEBRACIÓN DE LA MISA, EL SACRAMENTO DE LA EUCARISTÍA Y LOS OFICIOS DIVINOS

358. Eucaristía, en griego y latín, significa gracia óptima o acción de gracias. Es, pues Sacramento en cuanto que es signo visible de la gracia invisible. Es Sacrificio en cuanto que se ofrece a Dios en reconocimiento de su supremo dominio. La Eucaristía tuvo antes muchas figuras en la ley antigua, de las cuales fue la principal el cordero pascual. En la misa sin embargo se compara al sacrificio de Abel, de Abraham y de Melquisedec. Los signos pues de la Eucaristía son la ofrenda de Melquisedec, atendiendo a que es sólo sacramento; el maná, en cuanto que es sólo cosa; y el cordero pascual en cuanto es cosa y sacramento. Ciertamente: el sacramento sólo está en la materia, es decir, en el pan y el vino. La cosa sólo es efecto de este sacramento, es decir, la gracia. La cosa y el sacramento es el Cuerpo verdadero de Cristo Ntro. Señor. Sto. Tomás in 3. p. q. 73. art. 6. Entre todos los sacramentos de la ley antigua y de la nueva se tiene el sacramento de la Eucaristía, como el más excelente, sacrosanto, admirable, venerable y por excelencia divino. Se dice Eucaristía porque como acción de gracias se ofrece al Eterno Padre principalmente por Cristo y ministerialmente por el sacerdote, Trid. sess. 22. de Sacrific. Missae. cap. 1. & 2. Y aunque este sacramento sea posterior al bautismo en su recepción, es sin embargo primero en la intención, porque es el más perfecto de todos los sacramentos. Además a la Eucaristía se le llama con muchos nombres, de los cuales los más frecuentes son los que siguen: synaxis, comunión, sacro convivio, pan angélico, cena del Señor, memorial de la pasión, hostia, víctima, viático, y otros de los cuales comunmente hablan los doctores. Además, la Eucaristía es sacrificio y sacramento. En cuanto que es sacrificio se hablará de él en la primera parte de este capítulo; en cuanto que es sacramento en la segunda. Y cuando se dice simplemente Eucaristía, se significa el sacramento. Y sí se describe: Es el sacramento que contiene bajo la especie de pan y de vino, o de una de las dos, el Cuerpo y la Sangre de Cristo para alimento espiritual de las almas, divinamente instituído. Juan 6. Trid. sess. 13. de Eucarist. c. 2. En cuanto que es sacrificio se llama misa. Esta palabra es hebrea, según lo atestigua Nebrija, y viene de la palabra Missach, que significa ofrecido, deducido. O así se dice del verbo mitto, porque antiguamente antes de la consagración los catecúmenos eran despedidos, y ahora también a los fieles se les despide, terminado el sacrificio, con aquellas palabras: Missa est, es decir: Vayan, porque la Hostia ya fue enviada a los cielos. L. 58. tit. 4. p. 1. allí dice: Missa tanto quiere decir, como cosa emviada. Sto. Tomás in 3. p. q. 83. art. 3. ad 9. que dice: Y por este motivo se le da a este sacrificio el nombre de misa, puesto que por mediación del ángel el sacerdote envía a Dios sus preces como el pueblo por medio del sacerdote, o porque Cristo es la hostia que nos ha sido enviada por Dios. Por lo que también al final de la misa el diácono despide al pueblo en los días festivos, diciendo: Ite missa est, es decir, la hostia ha sido enviada a Dios por mediación del ángel para que le sea acepta. La misa pues, es la acción mediante la cual por institución de Cristo Nuestro Señor, en memoria de su pasión, el pan y el vino se consagran en su Cuerpo y su Sangre y bajo de estas especies se le ofrecen a Dios. Y es el verdadero y más excelente sacrificio de la nueva ley, Trid. sess. 22. can. 1., que supera todos los sacrificios de la ley antigua. Pero para que se vea más claro en esta materia, es necesario decir algo acerca de los sacrificios. 359. Sacrificio en general es una oblación hecha a Dios sobre el altar en reconocimiento de su dominio y majestad con alguna destrucción, o transformación notable, por lo menos moralmente, de la cosa ofrecida. Los sacrificios estuvieron en uso entre todas las naciones. Así en la Eneida de Virgilio, 2 [183] se dice: Por el Paladion derribado, por la ofendida deidad, bien advertidos levantaron esa gigante efigie de madera en debida expiación por el delito. Así también en Ovidio lib. 12. Metam. Agamenón intenta sacrificar su hija a Artemisa: Ifigenia de pie ante el ara se dispuso a derramar su sangre virginal, a manos de los sacrificadores. Realmente desde el tiempo de Abel se empezaron a ofrecer sacrificios a Dios y desde Moisés comenzó el sacrificio del Cordero Pascual. El sacrificio es cruento, si en él se derrama la sangre, o incruento, si no hay tal derramamiento. Y algunas veces se ofrecía algo animado, como un buey, y se llamaba hostia o víctima, o se ofrecía algo inanimado y sólido y se decía inmolación, o algo