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Algunas veces al amito se le llama: Ambologio, anabologio, anabóleo
y humeral, Macri Hiero-Lexico, V. Amictus. 2. La segunda vestidura sacerdotal es el alba, que es una túnica talar, pues llega hasta los talones y por esta razón también se le llama: podero, porque
desciende hasta los pies, y sí dice S. Isidoro: podos significa pies en griego. y se llama alba, que según Sto. Tomás significa la veste cándida con la cual fue cubierto Cristo delante de Herodes. Y según Durando, Inocencio y Suárez: una especie de limpio candor que los sacerdotes deben tener en el alma y en las obras. Y de aquí que el sacerdote
rece: Purifícame Señor, y limpia mi corazón para que bañado en la sangre del Cordero goce de las alegrías sempiternas. También se le llama camisa,
túnica de lino, túnica interior, dalmática de lino, 3. El alba debe, ceñirse alrededor de la cintura
del sacerdote o del obispo, con un cinto o cíngulo (que en la ley y entre los griegos se llamaba
sozit o cinto, para evitar que yendo suelta el alba estorbe el paso. Y alude según Inocencio a aquello que dice Juan en el Apoc. I: Vi siete candelabros
de oro y en medio de los candelabros una figura
humana vestida con túnica talar con una faja dorada a la altura del pecho. Y significa las cuerdas y sogas que rodearon el cuerpo de Cristo. Y también
significa la continencia de la carne y la castidad,
porque alrededor de los lomos, en los que señorea la lujuria, debe ser ceñido. Y de aquí que en la oración dice: Cíñeme, Señor, con el cíngulo de la castidad y extingue en mis lomos el humor de la lujuria, para que permanezca en mí la virtud de la continencia y de la castidad. Y el cíngulo del sacerdote
no debe tener colgaduras, que algunos lo consideran como abuso. Pero del lado izquierdo del obispo pende doble cíngulo sucintorio, porque
dos son las cosas con las cuales se robustece la castidad, y sin las cuales es díficil conservarla: la oración y el ayuno. 4. El cuarto indumento es el manípulo. Antiguamente, estaba en uso un lienzo de lino o pañuelillo para secar el sudor o las lágrimas
y era propio de la indumenta del subdiácono,
que lo llevaba principalmente para limpiar los vasos sagrados. Y hacía referencia a la soga con que Cristo fue atado en su pasión, o a la humanidad
de Cristo, o a su lucha por la justicia. Y moralmente indica el llanto la verdadera penitencia,
la compunción del corazón, con la cual los sacerdotes deben acercarse al altar: a esta penitencia
corresponde el manípulo de la retribución, según lo del salmo 125: Los que siembran con lágrimas
cosecharán con alegría. Y así se dice en la oración: Que merezca, Señor, llevar el manípulo del llanto y del dolor, para que con alegría reciba la merced del trabajo. El manípulo nunca debe llevarse
en las procesiones del Cuerpo de Cristo, ni en las Vísperas, aunque el celebrante esté revestido
de pluvial, porque fuera del sacrificio se pueden
limpiar el sudor y las lágrimas con un pañuelo
ordinario. Debe ponerse de tal modo que no cuelgue sobre el codo del brazo sino cerca de la mano, como su nombre, manípulo, lo índica. Los griegos y los maronitas llevan dos manípulos, uno en cada brazo. Al obispo, cuando celebra, se le pone el manípulo hecha ya la confesión cuando
dice: Indulgentiam, etc. Antiguamente, el cáliz se purificaba con el manípulo y por lo tanto era de lino, principalmente el que llevaba el subdiácono.
Pero, ahora, con cualquier tela de lino se limpia el cáliz y se purifica, y por esta causa se llama purificador, y aunque no está bendito debe marcársele una cruz con aguja en el centro, para que se distinga de los otros lienzos de lino preparados
para el sacrificio. También algunas veces al manípulo se le llama brazal, epimanicio, lienzo sacro, pañuelo, servilleta, sudario. Macri Hiero-Lexic. Entre los poetas, el manípulo era parte de la así llamada centuria, que bajo Rómulo, pobre todavía el ejército romano, llevaba manojos de heno y de hierbas amarrados en astas durante la guerra como enseñas o banderas. Como canta Ovidio: Llevaba manojos atados en una larga pértiga;
de donde el soldado tiene el nombre de manipulario.
5. La quinta veste sagrada es la estola, así llamada de la palabra griega que significa veste talar o toga. Alegóricamente, significa la soga con que Cristo fue atado, y su cruz. Y por lo tanto, se la colocan los sacerdotes cruzada delante del pecho,
de otro modo los obispos, que de una y otra parte la dejan caer, ya que delante del pecho llevan
la cruz. También denota, según Durando, la primer estola o vestidura de la inocencia. De aquí que, según Suárez, por la obediencia ha de ser restituido el hombre a Cristo en aquel estado que perdió por la desobediencia. Por eso el sacerdote, cuando se va a poner la estola, dice en su oración: Devuelveme, Señor, la estola de la inmortalidad, que perdí con la prevaricación del primer padre, y aunque me acerco indignamente a tu sagrado misterio,
merezca, sin embargo, el gozo sempiterno. La estola ordinariamente la suelen llevar los predicadores,
pero no en Roma, por reverencia al S. Pontífice, ya que él continuamente la usa aun en la vía pública, y antiguamente, también los sacerdotes
estaban obligados a llevarla. Cuando el Papa celebra privadamente
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