Sin embargo, no es grave pecado omitirla, pero sin desprecio. Otros dicen, y lo confirma la misma costumbre, que el crucifijo debe estar puesto, y basta si el crucifijo está pintado, o esculpido en una imagen del altar. Y aunque algunos digan que no es necesario poner la cruz, cuando está expuesto el sacramento de la Santísima Eucarístia, decretó la S. Congregación el año de 1707, que entonces también se requiere como lo atestigua Lacroix lib. 6. p. 2. n. 321. < Benedicto XI decretó que el crucifijo debía estar en el altar, colocado entre los dos candelabros.> Además la cruz debe ponerse en el amito, el manípulo, la estola, y la casulla, la cual, ciertamente, cuando se reviste, o se quita los ornamentos, el sacerdote debe besarla. Por cierto se dice cruz de cruciato o tormento, c. 5. 3. q. 1. y es el instrumento inestimable de nuestra redención. Arbol hermoso y fúlgido, adornado con la púrpura del Rey, elegido como digna columna que tocara tan santos miembros, como canta la iglesia [Exaltación de la Santa Cruz, 14 de septiembre: himno de vísperas]. Cuatro causas, por las cuales quiso Cristo morir en la cruz, señala la Glossa in Cl. un. de Sum. Trinit. La primera porque como en ella estaba pendiendo en el aire, se mostraba mediador entre Dios y el hombre. La segunda, para que los daños, que del árbol prohibido sobrevinieron a nuestros primeros padres, los restaurara por el leño de la cruz. La tercera, para que el diablo que en un árbol vencía, en un árbol fuera vencido. La cuarta, para que evidentemente se mostrase que padecía por aquéllos que quería restaurar, es decir para reparar las ruinas de los ángeles en el cielo, para sacar a los justos del limbo, para reunir y ayudar a los amigos y para reconciliar a los enemigos. Lo primero se designa por el brazo superior, lo segundo por el inferior, lo tercero por el derecho, lo cuarto por el izquierdo. También se dice que la cruz tenía cuatro géneros de madera, es decir, cedro en el pie, palma en el poste, o lo largo, ciprés en el travesaño, olivo en la tabla colocada sobre el cuarto brazo de la cruz. De donde el verso: Madero de la cruz, palma, cedro, ciprés, olivo. En la primitiva iglesia, por la aún débil fe de los creyentes, se pintaba la cruz desnuda, y en su base el manso cordero, tipo de Cristo, quedaba figurado. Teodosio y Valente prohibieron que la cruz fuera pintada en el suelo. También en España está mandado, L. 3. tit. 1. lib. 1. R. C. donde dice: Pues por la Santa Cruz fue redimido el humanal linage, mandamos, que ninguno faga figura de Cruz, ni de Santo, ni de Santa, en sepultura, ni en tapete, ni en manta, ni en otra cosa para poner en lugar donde se pueda hollar con los pies. En reverencia de la cual siempre que los ministros pasan delante del altar, deben hacer genuflexión ante la cruz. El presbítero, también como los demás, el viernes santo hace genuflexión en la adoración de la cruz. Y desde las primeras vísperas del domingo de la pasión se cubre la cruz con un velo, ya que desde entonces Cristo comenzó a ocultarse, el cual en la feria sexta apareció en el calvario desnudo, con el cual acto nos reveló los divinos misterios, que estaban escondidos para el pueblo hebreo. Y porque además no de repente se manifestó, por lo tanto, entonces se descubre poco a poco. Ya desde antiguo prevaleció la costumbre de llevar la cruz con luces encendidas en las procesiones. Sin embargo, de tal manera debe ser llevada que la imagen del crucificado debe tener la espalda hacia el clero. Pero la que se lleva delante del Pontífice y de los arzobispos debe mirar al obispo, aunque haya canónigos intermedios. El rito de llevar la cruz delante del obispo es antiquísimo. Lo que también fue concedido al rey de Hungría, San Esteban, por la Sede Apostólica. Los regulares no pueden llevar la cruz desnuda en las procesiones, sino con un velo colgante, S. Cong. Rit. 14. Enero de 1617. Además se cree que las procesiones tiene su origen en la tradición apostólica. Las cuales se coordinan modesta y devotamente como un ejército llevando el estandarte y la cruz a imitación del pueblo de Israel que caminaba conduciendo el arca. Los estandartes se llevan para representar la victoria de la resurrección y de la Ascención de Cristo que con una gran compañía ascendió al cielo, y así lo canta la iglesia: Los estandartes del Rey avanzan. Refulge el misterio de la cruz, por la cual la Vida soportó la muerte y por la muerte trajo la vida. Y quitó al Abismo su presa. Procesión viene de proceder. Y San Bernardo dice que con razón de dos en dos procedemos, porque así atestiguan los sagrados evangelios que el Salvador envió a sus discipulos en señal de la caridad fraterna y de la vida social. Turba la procesión, si alguien trata de caminar solo. Aquí corresponde tratar de las letanías, llamadas así por la palabra griega de que proceden y significan suplicaciones y rogaciones. Letanía mayor se dice la que se hace el día de San Marcos instituida por S. Gregorio, mientras en Roma se agravaba la peste, y se llamaba septiforme, debido a que el pueblo estaba dividido en siete secciones para las rogaciones.
377. 4) se requiere el cáliz: éste es el vaso sagrado en el cual se consagra la sangre de Cristo y también se ofrece. Se dice así porque en él se tomaban líquidos calientes, según Casiodoro que dice así: Cáliz es llamado por la cálida poción, es decir por el vino, porque como éste regocija el corazón del hombre, así el beber este cáliz alegra a las almas santas. Antiguamente un cáliz con vino y agua se colocaba a la derecha de la oblata para denotar que salió sangre mezclada