inepto e inhábil para la observancia de los mandamientos de Dios.
22. Los santos que instituyeron religiones privadas, pecaron al instituirlas.
23. Los religiosos que viven en las religiones privadas no son de la religión cristiana.
24. Los frailes están obligados a adquirir su alimento por el trabajo de sus manos y no por la mendicidad.
25. Todos los que se obligan a orar por aquéllos, que los socorren en las cosas temporales, son simoníacos.
26. La oración del que se ha de condenar, de nada sirve
27. Todo sucede por necesidad absoluta.
28. La confirmación de los jóvenes, la ordenación de los clérigos, la consagración de los lugares están reservadas al Papa y a los obispos por el deseo de lucro temporal y de honor.
29. Las universidades, los estudios, los colegios, las graduaciones y los magisterios, en sí mismos, son cosas vanas introducidas por la gentilidad, sólo aprovechan a la iglesia como el diablo.
30. La excomunión del Papa, o de cualquier superior no debe ser temida, porque es la censura del Anticristo.
31. Los que fundan los claustros pecan y los que ingresan son hombres diabólicos.
32. Enriquecer al clero es contra la regla de Cristo. 33. El Papa Silvestre y el emperador Constantino erraron al dotar a la Iglesia.
34. Todos los frailes de la orden de los Mendicantes son herejes y los que les dan limosnas están excomulgados.
35. Todos los que ingresan a una Religión o a una Orden, por eso mismo son inhábiles para observar los divinos preceptos y, por consiguiente, para llegar al Reino de los Cielos, a no ser que apostaten de ellas.
36. El Papa, con todos sus clérigos que tienen posesión, son por el hecho de que tienen posesiones son herejes y también los que los consienten, a saber, todos los señores seculares y demás laicos.
37. La Iglesia Romana es la Sinagoga de Satanás: y el Papa no es el próximo e inmediato Vicario de Cristo y de los Apóstoles.
38. Las decretales de la Iglesia son apócrifas y apartan de la fe de Cristo: y los clérigos son los necios que las estudian.
39. El emperador y los señores seculares fueron seducidos por el diablo, para dotar a la iglesia de bienes temporales.
40. La elección del Papa por los Cardenales fué introducida por el diablo.
41. No es de necesidad de salvación creer que la Iglesia Romana es la suprema entre las otras iglesias.
42. Es fatuo creer en las indulgencias del Papa y de los obispos.
43. Los juramentos que se hacen para corroborar los contratos humanos y los comercios civiles son ilícitos.
44. Agustín, Benito y Bernardo están condenados si no se arrepintieron de que tuvieron posesiones, instituyeron y entraron en religiones: y así, desde el Papa, hasta el último religioso, todos son herejes.
45. Todas las órdenes religiosas, sin distinción, fueron introducidas por el diablo.

121. PROPOSICIONES DE JUAN HUS
DE BOHEMIA CONDENADAS EN EL AÑO DE 1418, EN EL CONCILIO DE CONSTANZA, SECT. 45

1. Única es la Santa Iglesia Universal, que es la totalidad de los predestinados.
2. Pablo nunca fué miembro del diablo, aunque haya hecho algunos actos semejantes a los actos de los malvados de la Iglesia.
3. Los que se han de condenar no son parte de la Iglesia, ya que ninguna de sus partes se separará de ella al fin, por el hecho de que la caridad de la predestinación que la liga, no se cortará.
4. Dos Naturalezas: la Divinidad y la Humanidad son un Único Cristo.
5. El que se ha de condenar, aunque alguna vez está en gracia según la justicia presente, sin embargo, nunca es parte de la Iglesia. Y el predestinado a salvarse, aunque alguna vez se separe de la gracia adventicia: no se separa de la gracia de la predestinación.
6. Entendida la Iglesia como la convocación de los predestinados, sea que estuvieren en gracia, sea que no según la presente justicia, de este modo la Iglesia es artículo de fe.
7. Pedro no es, ni fue Cabeza de la Santa Iglesia Católica.
8. Los sacerdotes que viven de una manera desordenada manchan la potestad sacerdotal: y así, como hijos infieles, juzgan infielmente de los siete sacramentos de la Iglesia, de las Llaves, de los oficios, censuras, costumbres, ceremonias y cosas sagradas de la Iglesia, de la veneración