porque entonces los siervos adquirían la libertad, los desterrados eran devueltos a la patria, los deudores no podían ser obligados a pagar las deudas y los delitos se perdonaban, los predios, las posesiones, las viñas, los campos vendidos, o empeñados, regresaban sin costo a sus prístinos dueños, el pueblo suspendía las labores agrícolas, Núm c. fin. v. 4. De aquí que Bonifacio VIII, con el ejemplo de la Antigua Ley, estableció el jubileo en el año de 1300, para los visitantes de los lugares de los apóstoles y lo concedía para cada cien años, Extr. 2. h. t. inter com. Paulo II y Sixto IV lo redujeron a cada 25, como se observa actualmente, Extr. 4. h. t. inter. com. Así pues, el año del jubileo que se dice Santo se promulga en Roma el día de la Ascención del Señor y comienza desde las primeras vísperas de la Natividad de Cristo el Señor, a cuyo inicio se abre la Puerta Santa y dura hasta las primeras vísperas de la misma Natividad del año siguiente, a cuyo final, la Puerta Santa se cierra, Navarro de Indulg. Notab. 24. Filiucio tr. 8. núm. 250. Fuera de la Ciudad de Roma, por concesión del Pontífice, aun después de concluído el Año Jubilar, el tiempo para ganar las indulgencias es determinado por el Ordinario y suelen asignarse 15 días, 2 o 3 meses. Y aunque las indulgencias sólo pueden obtenerse una vez, si se repiten frecuentemente las obras prescritas, para mayor seguridad, plausiblemente, se repiten: porque la gracia en el jubileo no se concede copulativamente, para que en una y otra semana pueda obtenerse, tampoco indefinidamente, como para que se obtenga en otras dos semanas diferentes, sino disyuntivamente en forma expresa se dice: En la primera semana después de su publicación, o en la siguiente después de aquélla y, por lo tanto, una vez, solamente, puede obtenerse la indulgencia, como se deduce claramente por la mente del Pontífice y afirman que es casi cierto: Suárez, de Voto, lib. 6. cap. 16. n. fin. Sánchez in Decal. lib. 4. cap. 54. n. 30. y otros contra Henrríquez lib. 7. de Indulg. cap. 11. n. 1. Navarro y otros. Aunque es más seguro cumplir todas las obras prescritas en una semana y en un lugar, sin embargo, es probable que puedan cumplirse en dos semanas y lugares, Layman, Bonacina, Castropalao, Lacroix. lib. 6. p. 2. n. 1409.
386. En los jubileos suelen prescribirse estas obras: 1. La sagrada comunión, que, aunque en dignidad es la primera, conviene que se cumpla después de las demás obras, o también, se repita. 2. La confesión que, por cierto, debe preceder, de hecho, a la comunión, al menos si se da conciencia de pecado mortal; si ningún pecado mortal grava la conciencia del que quiere lucrar el jubileo, probablemente puede omitirse la confesión, pero es más seguro y prudente confesarse para ganar las indulgencias, Lacroix. Lib. 6. p. 2. n. 1414., Soto, Sánchez, Bonacina y otros. Los indios pueden lucrar el jubileo, puesta la sola confesión, L. 23. tit. 1. lib. 1. R. Ind., ahí: Nuestro muy Santo Padre Paulo V. fue servido de expedir a nuestra instantia un Breve, dado en Roma a 28 de Abril del año de 1609. para que los Indios puedan ganar los Jubileos, e Indulgencias con solo el Santo Sacramento de la Confessión. Aún más, por concesión de Pío IV, pueden lucrar las indulgencias y los jubileos que requieren confesión, comunión y ayuno, si arrepentidos ayunan, cuando no se dispone de confesor, con tal que tengan la intención de confesarse en un tiempo oportuno, o al menos, dentro del mes, Alloza, V. Indi, sect. 2. n. 9. 3. Visitar las iglesias prescritas, en el tiempo señalado y, ciertamente, con respecto de los habitantes de Roma, 30 días contínuos, o interpolados; para los jueces y peregrinos son asignados 15 por Bonifacio VIII, en Extr. 1. h. t. inter. com. 4. La oración que, de ordinario, debe ser vocal, aunque, algunos dicen que basta la mental. Y debe ser devota, sin distracción voluntaria y se hace a la intención del Papa, a saber: por la extirpación de las herejías, por la exaltación de la fe, por la concordia entre los príncipes cristianos; si se exige la oración indeterminadamente, es suficiente rezar un Padre nuestro y Ave María; si se dice que deben orar por algún espacio de tiempo, basta que se haga por media hora; y para las indulgencias ordinarias es suficiente rezar siete veces el Padre nuestro y el Ave María y la oración debe hacerse en el tiempo y en el lugar señalados en la Bula. El lugar, ordinariamente, es donde está la indulgencia, el tiempo es entre ambas vísperas, Lacroix lib. 6. p. 2. en el n. 1421. Tampoco interesa en qué lengua se rece, o si solo, o alternadamente con un compañero, o sentado, o puesto de pie, paseando, o de rodillas, con la cabeza cubierta, o descubierta, larga, o brevemente, Diana, en Sum. V. Indulg. requis. n. 6. 5. El ayuno: por tres días: miércoles, viernes y sábado y están obligados a guardarlo, si quieren ganar las indulgencias, también los niños, los enfermos, los ancianos y otros, que están dispensados del ayuno cuaresmal, éste, sin embargo, puede compensarse con otra obra, Lacroix lib. 6. p. 2. n. 1424. 6. Dar limosna y basta, si se hace en mínima cantidad, cuando la limosna se prescribe simplemente, o a discreción, arg. c. 18. de Censib. c. 30. de Regul. jur. in 6.; y es suficiente que se haga,