Dioses comunes.

Cuando Hiripan, Tangaxoan e Hiquingaje construyen el templo para Curicaueri en Queretaro, Tariacuri se enoja y les dice: "bellacos, ¿qué soberbia os tomó? Mochachos mocosos, ¿quién os dijo, id haced cues? ¿Ya los habéis hecho? ¿Qué habéis de sacrificar en ellos? ¿Han de ser algunas mantillas que habéis de poner en la puerta? ¿Es, por ventura, nuestro dios Curícaueri como los otros dioses comunes y como los dioses primosgénitos, que le habéis de echar vino en una taza y pónensela a la puerta, o algunos tamales que le habéis de poner en ofrenda a la puerta, o pan de bledos?". Esto hace pensar que había diferentes categorías de dioses y que sólo para algunos se hacían sacrificios humanos. A los dioses comunes, entre los que se encontraban los dioses primogénitos, simplemente se les ofrecía vino, tamales, mantas, etcétera.