Tamapucheca.

Hijo de Tariacuri.

Tamapucheca era un hijo de Tariacuri que fue capturado durante una entrada que los chichimecas hicieron en Yziparamucu. Cuando Tariacuri se enteró de que Tamapucheca había sido capturado se alegró de ello porque de esa manera daría de comer a los dioses. Sin embargo, Zinzuni, el señor de Yziparamucu, temeroso de Tariacuri no quiso sacrificar a Tamapucheca y pidió que lo mandaran a su casa. Pero Tamapucheca insistió en ser sacrificado pues era costumbre que a los cautivos que lograban liberarse los mataban al regresar a sus pueblos considerando que los dioses ya los habían tomado para comérselos y también temiendo que volvieran como espías de sus enemigos. Ante la insistencia de Tamapucheca, los de Yziparamucu lo prepararon para el sacrificio: le pusieron una mitra de plata en la cabeza, una rodela de plata al cuello, le dieron una banderilla de papel para que llevara en la mano y lo emborracharon. Pero las amas que habían criado a Tamapucheca y unos viejos lo rescataron a cambio de unos plumajes verdes que le ofrecieron a Zinzuni y, aún borracho y dormido, lo llevaron de regreso a Cutu (un barrio de Pátzcuaro). Cuando Tamapucheca despertó, enojado le reclamó a sus amas que lo hubieran rescatado sabiendo que Tariacuri se enojaría por ello. Éste, efectivamente, al enterarse mandó matar a Tamapucheca y también a sus amas y a los viejos que lo habían rescatado. Tiempo después, cuando Zinzuni decide abandonar Yziparamucu, le pide a sus mayordomos los plumajes verdes que las amas de Tamapucheca le habían dado para rescatarlo y se atavía con ellas para usarlas un poco de tiempo antes de que Hiripan, Tangaxoan e Hiquingaje se apropiaran de ellas.