Juan de Ortega.

Señor de los nahuatlatos.

Cuando Nuño de Guzmán preparaba en Tzintzuntzan la conquista de Xalisco, mandó que Godoy y Pilar "amedrentaran" a Zinzicha para que dijera en dónde tenía más oro y cuál era el camino hacia Cuynao. Los españoles interrogaron a Zinzicha, a don Pedro y a otros indios y como no obtenían las respuestas deseadas los torturaron. También torturaron a Juan de Ortega, un señor de los nahuatlatos, golpeándole "sus partes vergonzosas" con una vara. Fray Martín de Jesús, avisado por unos muchachos, acudió a la casa de don Pedro donde los indios eran torturados y logró que suspendieran el tormento.