Hermana de Hiripan y Tangaxoan (Hija de la madre de Hiripan y Tangaxoan).

Tras la muerte de Aramen, o probablemente desde que Zurunban expulsó a Zetaco y a Aramen de Vacananbaro, sus hijos, Hiripan y Tangaxoan, vagan con su madre y con una hija de ésta por varios pueblos. Rodeando el lago de Pátzcuaro pasan por Pechataro, por Sauinan, por Cheran, por Sipiaxo, por Matoxeo y llegan a Zaueto en donde se hacía un mercado. Allí los encuentra su tía (la mujer de Niniquaran) comiendo los desperdicios del mercado mientras su madre y su hermana mendigaban por otra parte y, tras descubrir que son sus sobrinos, los lleva a todos a vivir con ella a Hucariquaro.

Cuando Chapa, el señor de Hetoquaro, se entera de que Hiripan y Tangaxoan están en Hucariquaro envía por ellos para que sean sacerdotes y para que su hermana, "que es muy hermosa"--dice Chapa--, haga ofrendas para Curicaueri; pero la tía de los muchachos, temiendo que Tariacuri atacara a Chapa y matara a sus sobrinos, les dice que regresen a Pátzcuaro. Éstos regresan pasando nuevamente por Sipiaxo y por Matoxeo. De allí se van a Timban y luego a Erongariquaro donde su madre le pide refugio a su hermano Cuyuva. Hiripan y Tangaxoan le prometen a su tío ocuparse de varias labores (asar los animales cazados por su tío, llevar leña para su casa, hacer sus sementeras y cargar a sus hijos) pero en lugar de hacer lo que prometieron se dedican exclusivamente a llevar leña a los templos. Cuyuva, enojado, echa a la calle a la madre de los muchachos con todas sus pertenencias y cuando éstos vuelven del monte la encuentran al pie de un cerezo llorando y abrazando a su hija. Entonces la mujer decide ir a Uricho con otro hermano suyo llamado Anbaua. Hiripan y Tangaxoan vuelven a prometer los mismos servicios pero nuevamente se ocupan solamente de llevar leña a los templos, por lo que Ambaua también los expulsa de su casa. Finalmente los muchachos con su madre y su hermana se van a Pareo con otro tío, Zirutame, quien reconoce que son señores y en lugar de recibirlos como sirvientes les dice que se dediquen a llevar leña para los templos. Hiripan y Tangaxoan llevan entonces leña a los templos de Pátzcuaro y allí los descubren los viejos de Tariacuri quien, al enterarse, envía por ellos, por su madre y por su hermana. Por el tamaño con que se representa a la hermana de Hiripan y Tangaxoan en la lámina 29 podría pensarse que era todavía una niña.