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Datos para citar este texto:
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Moisés Franco Mendoza (coord.), paleografía Clotilde Martínez Ibáñez y Carmen Molina Ruiz, México, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, p.365
Folio p en ediciones
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por mandado del caçonçi. Pues venido el día desta justicia general,
veníe aquel Sacerdote mayor llamado petámuti, y compo-
níese. Vestíase una camiseta llamada vcata tarárenguequa,
negra, y poníese al cuello unas tenazillas de oro y una guir-
nalda de hilo en la cabeza, y un plumaje en un tranzado que
tenía, como mujer, y una calabaza a las espaldas, engasto-
nada en turquesas, y un bordón o lanza al hombro. Y iba al
patio del caçonçi, ansí compuesto, con mucha gente de la cib-
dad y de los pueblos de la Provincia; y iba con él el gober-
nador del caçonçi. Y asentábase en su silleta, que ellos usan,
y venían allí todos los que tenían oficios del caçonzi y todos
sus mayordomos que tenían puestos sobre las sementeras
de maíz y frísoles y ají y otras semillas, y el capitán general
de la guerra, que lo era algunas veces aquel su goberna-
dor, llamado angátacuri, y todos los caciques y todos
los que se habían querellado. Y traían al patio todos los
delicuentes, unos atadas las manos atrás, otros unas
cañas al pescuezo. Y estaba en el patio muy gran número
de gente y traían allí una porra y estaba allí el car-
celero. Y como se asentase con su silla aquel Sacer-
dote mayor llamado petámuti, oye las causas de a-
quellos delincuentes desde por la mañana hasta me-
dio día, y consideraba si era mentira lo que se decía
de aquellos que estaban allí presos. Y si dos o tres
veces hallaba que habían caído en aquellos pecados susodichos,
perdonábalos y dábalos a sus parientes; y si eran cuatro
veces, condenábalos a muerte. Y desta manera estaba oyen-
do causas todos aquellos veinte días, hasta el día que había
de hacer justicia él y otro sacerdote que estaba en otra par-
te. Si era alguna cosa grande, remetíanlo al caçonçi y ha-