lo que queréis los de la isla?". Respondieron ellos: "si, señor. Ves aquí este pescado que te envía tu hermano mayor Carícaten, el cual nos dijo: Vení acá y lle- vad este pescado a mi hermano Zurumban y decidle que le hago saber que Taría- curi me ha cercado en esta isla. ¿Dónde tengo de salir? ¿Qué tengo de quemar? ¿Dón- de tengo de hacer mis sementeras? ¡Que me ha cercado en esta isla!. ¿Qué le pare- ce a mi hermano?. Que él es señor del pueblo, que él de aquí es y no de Taríaran, donde mora, que isleño es y del linaje de Hapáricha y Vinturopatin y tiene por dios y es Apáricha. Que por una hambre que envió la madre Cuerá- baperi, que no llovió un año, se salió de la isla por hambre y hiciéronle allá sementeras que comiese y asiéronle y tuviéronle allá por la ham- bre y así fué esclavo dellos. Y como trujese leña para los cúes, la dio- sa Xarátanga le favoresció y fué Sacerdote mayor, y el dios del infierno le oyó y un topo que salió encima de la tierra, en me- dio del camino donde él traía leña en Vnguani, púsose aquel topo en el camino levantado y allí le mandó que fuese señor y que tuviese por diosa a Xarátanga, y ahora lo es. Que ¿quién es Taríacuri que en una ma- ñana que nos juntásemos le destruiríamos?". Rióse mucho, en demasía, Zurunban de la embajada de los isleños, y dijo a los mensajeros: "¿Qué habéis de decir o hacer pobres de vosotros?. Que Taríacuri conos- ce muy bien los dioses celestes, y a la madre Cueráuaperi y a los dioses de las cuatro partes del mundo, y al dios del infierno, y él ya es conoscido de todos. Pues, ¿cómo le podéis hacer algún mal ahora que vuestras mujeres le parieron, como le parieron? ¿Por qué no le ahogastes entonces y le echastes en la laguna?. Ahora ¿cómo le podéis hacer algún mal?, porque los dioses le conoscen. Asenta- os y comeréis y yo os despidiré". Y como comieron, pidieron licencia y dijeron: "señor, danos licencia que nos queremos ir".
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