a la isla y de allí que ha de llamar a los Curýnguaro y que
te han de destruir y que estés apercebido y sobre aviso. Esto es los que
me dijo". Respondió Taríacuri: "¿Eso es lo que dijo?". Dijo el men-
sajero: "esto es lo que me dijo, señor". Dijo Taríacuri: "qué, ¿es verdad
que es ido Nacá a la laguna?". Respondió el sacerdote: "sí, señor". Dijo
Taríacuri: "bien está, seas bien venido. No te has de tornar tan presto a
tu casa, mas ve a la laguna y primero irás a un lugar llamado
Virichu, donde está mi tía, la mujer de Péraparaqua. Ella tiene
canoas y ella te llevará y pasará la laguna y tomarás puerto en
Cuyómeo, y allí surgirás con la canoa y llegarás a su posada y verás
si beben vino. ¿Cómo, no saldrá Nacá alguna vez a orinar?. Y
entonces haráste encontradizo con él y diráte: "pues, ¿qué hay, hermano?,
¿qué haces por aquí?". Y responderásle: "señor, tu hermano Quarácuri me
envía a ti y díjome: Ve a mi hermano Nacá y dile que rescebí mucha
vergüenza en dalle tan poco a comer. Pregúntale en qué día y de aquí
a qué tanto volverá, porque le espere con comida a la vuelta. Y haré
pan de bledos y vino de maguey para que beba a la vuelta, porque
hace calor y tienen sed los caminantes". Esto le dirás por saber el
día en que ha de venir y segud lo que te dijere, así le irás respondiendo.
Y dirásle más: "dice también tu hermano que por qué camino has de venir, porque
hay dos caminos. El uno por donde se vino, por Ziríquaretero, por un
arroyo que está allí y que es arrodeo por aquel camino por donde
vino. Y que hay otro camino, cabe la laguna, por un monte llama-
do Xanóato hucazio y que viene por Curímizúndiro a parar
a Pángueo, donde está en el camino Varichu hucario, y llega a otro lu-
gar llamado Hiríquaro y va por Taréuacúquaro, que por estos lu-
gares va el camino derecho. Que si ha de ir por allí, que yo le saldré al
camino y le sacaré un poco de vino y estaré allí esperándole con
mi gente en el camino. Y que si no ha de volver por allí, que le esperaré
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