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Datos para citar este texto:
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Moisés Franco Mendoza (coord.), paleografía Clotilde Martínez Ibáñez y Carmen Molina Ruiz, México, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, p.420
Folio p en ediciones
89 v 420

ma tu padre". Y lleváronla a su padre, que llevaba los bezos
sucios del vino que había bebido y toda la cara intiznada. Y díjo-
le su padre: "ven acá, tú, ¿dónde andas quel pobre de tu marido so-
llozando vino por ti? ¿Qué mucho ha que te veniste? ¿Quién te dijo que te a-
partases dél?". Respondió ella: "así es la verdad, padre, que me vi-
ne de enojada que no sé lo que se dice Taríacuri. Nunca me había
de enojar de lo que cada día me decíe haciendo flechas. Dicíe ques valien-
te hombre. Y toma la flecha en la mano y muestrámela diciendo:
"Mira, mira, mujer, con éstas tengo de matar todos tus hermanos y
parientes. ¿Cómo, son valientes hombres? ¿Son ligeros? ¿Para qué se quie-
ren poner bezotes? ¿Es por ventura bezote el que se ponen? ¿No es un
palo que se ponen allí? ¿Son esforzados? ¿No son mujeres? Y las guir-
naldas de trébol que se ponen en la cabeza no son sino cintas de
mujeres que se ponen por el cabello. Y las orejeras de oro no son
orejeras de oro, mas zarcillos de mujeres. ¿Por qué no se las qui-
tan y se ponen zarcillos? Y lo labrado que tienen en las espaldas
no es de valientes hombres, mas labores de mujeres. Y las camise-
tas que traen no son sino mantas de mujeres y sayas. ¿Para qué traían
los cueros de tigres en las muñecas? ¿Son por ventura valientes
hombres? Mejor harían de comprar sartales para ponerse en las
muñecas. [borrado] Y las otras insinias que traen de valientes
hombres y los mastiles que traen, que no son mástiles mas sayas y fajas
de mujeres. Y los arcos que traen no son arcos, mas telares de mujeres;
y las flechas no son sino lanzaderas y husos de mujeres. ¿Son por
ventura de valientes hombres? Yo los mataré y acabaré a todos. Mira,
mira, mujer, con éstas les tengo de flechar". Esto es lo que me dice Ta-
ríacuri. No hay día que deje de decir esto, cada vez que hace flechas.
¿Cómo, nunca me tenía de enojar de oir hablar siempre una cosa?
Y de verdad que me vine por amor de mis hermanos". Oyendo esto su padre,
enojóse. Dijo: "mira, qué dice. ¿Por qué ha de decir esto, Taríacuri? Cómo,