de gente los de las islas de Pacandan y Xaráquaro y que se van a fa- vorescer con los de Corínguaro, que entran a su pueblo, y tomaréles aquel batallón". Respondió Tangáxoan: "hermano, ve, que no es lejos donde dices, que aquí cerca es, e yo iré a estotro monte llamado Puréperio, que allí también tienen su batallón los del pueblo de Cumachen, que se van a meter en el pueblo de Tétepeo, y yo les tendré allí el camino. Y Hiquíngaje pele[e] con los de Curínguaro". Y fuéronse. Hiripan hizo grandes fuegos y grandes ahumadas en el monte llamado Taríacahe- rio, en la cumbre del monte, y Tangáxoan hizo también sus ahuma- das en el monte llamado Puréperio, en lo alto, que son dos montes de Mi- chuacan, y Hiquíngaje hizo sus ahumadas donde tenían el cu nuevo, en Querétaro. Y como pasasen algunos días, envióles a llamar Taríacuri y fueron a él y díjoles: "vení acá, hijos; qué pena me dáis, ¿dónde váis ya? Y ¿dónde hacé- is ahumadas? ¿Quién hace fuegos y ahumadas aquí en la cumbre del monte Taríacaherio?". Dijo Hiripan: "padre, yo las hago". Y en el monte Puréperyo, ¿quién hace ahumadas y fuegos?". Dijo Hiripan: "mi hermano Tan- gáxoan, y Hiquíngaje en Querétaro, en el cu nuevo, que pelea con los de Curíngua- ro". Dijoles Taríacuri: "¿qué será si os llevan a todos?". Dijeron ellos: "no lle- varán, que todo está sosegado". Díjoles Taríacuri: "¿pues, por qué sobís a la cum- bre de los montes? ¿Qué, vienen allí los dioses del cielo y tocan aquel lu- gar? ¿Pues, habéis tenido algunos sueños puniendo en aquellos lugares la leña?". Dijeron ellos: "no, padre". Dijo él: "¿por qué no habíades de tener sueños? Decí la verdad, que si habéis tenido, contá lo que habéis soñado". Dijo Hiripan: "no habemos soñado nada. Mi hermano Tan- gáxoan no sé qué se dice". Díjole Taríacuri: "¿es la verdad, señor Tan- gáxoan?". Díjole Tangáxoan. "Así es la verdad, padre". Díjole Ta- ríacuri: "dilo, a ver, señor". Dijo Tangáxoan: "que me place, padre. Yo puse leña en los fuegos y escombré al lado de una
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