Taríacuri, nuestro tío. Tú, Tangáxoan, vete a Mechuacan y yo me iré a Cu- yacan y Yquíngaje estará aquí en Pázquaro, que aquí es su casa y asiento. Y hicieron una casa a Hirepan en Cuyacan y a Tangáxoan otra en Me- chuacan. Y tomó cada uno su señorío y fueron tres señoríos. Y tornó a lla- mar Hirepan, desde algunos días, a Tangáxoan y a Hiquíngaje y dijoles: "hermanos, vamos a conquistar a Huríparao". Y conquistaron entonces los pueblos siguien- te: Huríparao, Charáchutiro, Tupátaro, Varírosquaro, Xeroco, Cuiseo, y volvié- ronse. Y tornaron otra vez y conquistaron a Peuéndao, Zinzímeo, Araro, y volvierónse. Y dijo Hirepan a Tangáxoan y Hiquíngaje: "hermanos, ¿qué haremos? Que la gente de los pueblos se llevan huyendo los plumajes y joyas con lo que fueron señores en los pueblos que conquistamos. ¿Dónde los llevan? Id a retenellos, que se vengan los dioses a sus pueblos". Y venieron todos los que andaban huyendo con las joyas y plumajes y oro y plata. Y presentáronselo todo y pusiéronlo todo en orden. Y viendo aquel oro amarillo y la plata blanca, dijo Hirepan: "mirá, hermanos, que esto amarillo debe ser estiércol del sol que echa de sí; y aquel metal blan- co estiércol de la luna, que echa de sí. Y todos estos plumajes que están aquí, verdes y penachos blancos, y plumajes colorados, ¿cómo conosce- mos esto? Como quien dice, no lo conoscemos ni sabemos qué es esto. Es lo que la gente llevaba huyendo y hanlo traído a Curíca- ueri. Esto es lo que le dijeron sus padres en el cielo, quél quitase a todos, to- das las joyas, y que las tuviese él solo. La piedra recia que es la pa- dra, y las piedras preciosas y mantas, que todo esto él solo lo ha de tener; llevadlo todo. Helo aquí, dónde os lo he puesto. More todo esto con Curícaueri y Xarátanga: yo solamente llevaré pluma- jes colorados y verdes y no dividamos estas joyas. Mas esté todo en un lugar donde lo vean los dioses del cielo y la madre Cuerá- uaperi y los dioses de las cuatro partes del mundo y el dios del in- fierno; llévelo Hiquíngaje". Dijo Hiquíngaje: "yo no lo tengo de llevar, yo no quiero más de los plumajes blancos; esté todo en un lugar y en
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