sementeras, o esclavos que compraron de los mercaderes. De los cuales agora se sirven en sus sementeras y servicio de sus casas.
Tenía otros diputados para sus pasatiempos que le decían novelas llamados vandónziquarecha, y muchos truhanes que le decían guerras y cosas de pasatiempo.
Cuando algún señor había de hablar con el cazonçi, quitábase el calzado y poníase unas mantas viejas, y apartados dél le hablaban. Iba muchas veces a las guerras con su arco e flechas, que llevaba en la mano, y cuando caía alguna vez enfermo, traíanle en una hamaca los valientes hombres y los señores.
Iban alguna vez a caza de venados y otras veces enviaba la gente. Tenía sus baños callentes donde se bañaba con sus mujeres, todos juntos. Todo su ejercicio era entender en las fiestas de los dioses y de mandar traer leña para los qúes y de inviar a las guerras. Todos estos señores no tenían otra virtud sino la liberalidad, que tienían por afrenta ser escasos. Cuando entraban en su casa, que inviaba algún cacique de algún pueblo, hacíanles dar mantas a los mensajeros y camisetas. Repartían muchas veces man- tas a la gente, en sus fiestas y banquetes que hacía a todos los señores.
Había una persona principal en la cibdad que sabía todas las sementeras del pueblo, cuyas eran y éste oía todos los pleitos de sementeras y tierras y las daba a cúyas eran.
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