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Datos para citar este texto:
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Moisés Franco Mendoza (coord.), paleografía Clotilde Martínez Ibáñez y Carmen Molina Ruiz, México, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, p.667
Folio p en ediciones
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Llegó pues don Pedro a la cibdad de Mechuacan y halló toda la gente de
guerra y todos los criados del cazonçi a punto que querían ir con él,
que se quería ahogar en la laguna, por inducimiento de unos principales
que le querían matar y alzarse con el señorío. Y fué don Pedro delante del
cazonçi, y díjole: "¿qué nuevas hay? ¿de qué manera vienen los españoles?". Dí-
jole don Pedro "Señor, no vienen enojados mas vienen pacíficamente". Y contó-
le lo que le había dicho el capitán y que los saliese a rescibir; y díjole cómo
había visto a los españoles armados, y que habían de llevar las maneras
de mantas y pescado, que está dicho. Díjole aquel principal, que andaba por
matar al cazonçi, llamado Timas: "¿qué dices, mochacho mocoso? Alguna cosa
les dijiste tú. Vámonos, señor, que ya estamos aparejados. ¿Fueron por
ventura tus agüelos y tus antepasados esclavos de alguno para que-
rer ser tú, esclavo? Queden Vzizilzi, y éste, que traen estas nuevas". Res-
pondió don Pedro y dijo: "yo, ¿qué les había de decir? De aquí fué, desta cibdad aquel
intérpetre llamado Xanaqua, que me dijo cuando me despedí: cómo había
de ser y que no les diésemos guerra". Díjole aquel principal al cazonçi: "señor,
haz traer cobre y pondrémosnoslo a las espaldas y ahoguémonos en la la-
guna y llegaremos más presto y alcazaremos a los que son muertos". Y
díjoles don Pedro a él y a los otros que decían esto al cazonçi: "¿qué decís? ¿por qué
os queréis ahogar? Subíos entre ctancto al monte y nosotros iremos a re-
cebillos y mátennos a nosotros primero y después os podéis ahogar
en la laguna". Y díjole al cazonçi: "señor, mira que éstos te mienten, que te
quieren matar, que llevan todas sus mantas y joyas huyendo. Si fuese
verdad que quisiesen morir, ¿por qué habían de llevar huyendo su hacienda? Señor
no los creas". Díjole el cazonçi: "bien me has dicho." Y aquel prencipal con los o-
tros que le inducían que se ahogase, emborracháronse y cantaban para irse a
ahogar, segud ellos decían, y don Pedro tomó también mucho cobre a cuestas
y díjoles: "yo, hágolo por no morir; vamos y ahoguémonos todos". Y tornaron
a decir aquellos principales al cazonçi: "señor, ahógate, porque no andes
mendigando: ¿eres por aventura mazegual y de baja suerte? ¿fueron, por
ventura, tus antepasados esclavos? Mátate, como nosotros; no te haremos
merced y te seguiremos y iremos contigo." Respondióles el cazonçi: "ansí es