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Datos para citar este texto:
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Moisés Franco Mendoza (coord.), paleografía Clotilde Martínez Ibáñez y Carmen Molina Ruiz, México, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, p.351
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pu y lleváronla a su casa con mucho regocijo. Y los sacerdotes lla-
mados Vatárecha, de Xarátanga, uno que se llamaba Quáhuen y su
hermano menor llamado Camejan y sus hermanas llamadas Pazínvaue y Zucú-
raue las saludaron y dijeron: "seáis bien venidas, hermanas. ¿Traéis siquiera al
gunos pececillos?". Respondieron ellas: "señores, no habemos tomado na-
da, mas no sabemos qués esto que traemos aquí". Respondieron ellos: "también es pes-
cado eso, y es de comer; chamuscalda en el fuego para quitar el pellejo y
hacé unas poleadas, y este pescado cortaldo en pedazos y echaldo en la
olla y ponelda al fuego para quitar la embriaguez". Y haciendo aquella
comida a mediodía, asentáronse en su casa a comer aquella culebra co-
cida con maíz, y ya que era puesto el sol, empezáronse a rascar y ara-
ñar el cuerpo, que se querían tornar culebras. Y siendo ya hacia la media no-
che, tiniendo los pies junctos, que se les habían tornado cola de culebra, empen-
zaron a verter lágrimas y estando ya verdinegros de color de las
culebras, estaban ansí dentro de su casa todas cuatro. Y saliendo de
mañana entraron en la laguna, una tras otra, y iban derechas hacia Va-
yámeo, cabe Santa Fe, y iban echando espuma hacia arriba y ha-
ciendo olas hacia donde estaban los chichimecas llamados hiyocan y
diéronles voces, y ellas dieron la vuelta, y volvieron hacia un monte
de la cibdad llamado Taríacaherio, y entráronse allí en la tierra to-
das cuatro. Y donde entraron se llama Quáhuen yncházequaro, del nombre
de aquellos que se ctornaron culebras, y ansí desaparecieron. Y viendo es-
to los chichimecas llamados vacúseecha tuviéronlo por agüero. Un
señor llamado Tarépecha Chánshori con su gente se fué, y tomó a Vrén-
dequabécara, su dios, y hizo su asiencto en un lugar llamado Curín-
guaro áchurin. Otro señor llamado Ypínchuani tomó consigo a su dios
Tirépenie xugápeti y llevólo a un lugar llamado Pechátaro y hi-
zo allí su asiencto, y como se sufriese algunos días, el señor Tarépu-
panguaran, en fin, tomó su dios llamado Tirépeme turupten y lle-
vóle a un lugar llamado Ylámucuo. Otro señor llamado Máhicuri
tomó su dios llamado Tirípeme caheri y llevóle a un lugar llamado