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Datos para citar este texto:
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Moisés Franco Mendoza (coord.), paleografía Clotilde Martínez Ibáñez y Carmen Molina Ruiz, México, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, p.388
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con la sangre, porque pensase Nacá que fuese de algún venado que ha-
bían flechado; y empenzáronla a echar aquella sangre en las pi-
sadas que habían hecho, falsas, de venado. Y salieron al camino. Unos
y otros andaban en torno por el camino, diciendo: "por aquí, mas por
aquí fué". Y llevaban todos sus carcajes a las espaldas y todos en-
tiznados y unas uñas de venados atadas en las piernas y dije-
ron unos a otros: "ya se va Nacá y va delante y un sacerdote se ata-
vía para ir con él y traen detrás dél mucho pescado". Y llegó a ellos
y díjoles: "pues, ¿qué hay, hermanos?". Y ellos le dijeron: "mas tú, hermano, ¿dónde fuiste?".
Respondió: "hermanos, fuí a la laguna a comprar un poco de pescado y vuél-
vome a mi casa". Dijeron los chichimecas: "vayas en buen hora, hermano". Dí-
joles Nacá: "¿A qué andáis vosotros por aquí, hijos?". Dijeron ellos: "a-
yer hecimos flechas y subimos a este monte esta mañana a recre-
arnos, y hallamos en este lugar un venado y no le flechamos bien.
Mira, que por aquí fué, he aquí las pisadas". Y díjoles Nacá: "hi-
jos, hoy topé con vosotros, ¿no me daríades un pedazo para hacer la
salva a los dioses?". Respondieron los chichimecas: "no has de hacer la
salva, mas llevarás un cuarto dél al hombro". Díjoles Nacá: "así ha-
bía de ser, hermanos, pues ¿por dónde va?". Dijeron ellos: "hermano, ¿por dónde ha
de ir?. Muy artero es este venado. ¿Cómo, no está aquí?". Díjoles Nacá:
"Hijos, habéisle de tomar". Respondieron ellos: "¿por qué no, hermano?. Por
nosotros hasta dar mate, no descansamos y acosamos al que hiri-
mos hasta tomalle". Y despidiéndose Nacá, díjoles: "quedaos en
buen hora, hijos, que yo me voy". Y ellos le dijeron: "ve en buen hora,
hermano". Y apartóse un poco dellos. Entonces dijo Haramen, que era va-
liente hombre, a su hermano Çétaco: "hermano, mira que se va, ¿qué haramos?". Y sa-
có una flecha de su carcaj y hincósela en las espaldas, y fue-
se derecho a él y echole los brazos por el cuello y asieron todos