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Datos para citar este texto:
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Moisés Franco Mendoza (coord.), paleografía Clotilde Martínez Ibáñez y Carmen Molina Ruiz, México, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, p.454
Folio p en ediciones
107 v 454

y dé de comer a los dioses, y nosotros tendremos nuestra fiesta
e ser espías de los isleños". Hiripan y Tangáxoan tampoco fueron
a la fiesta, mas fuéronse a un monte llamado Xanóato hucazio,
a tener allá su fiesta en esperar sus enemigos los de la isla,
mientras hacía su fiesta Curátame. Y dijeron: "ya se lo habrá
hecho saber a nuestro tío. El irá a la fiesta. ¿Para qué quiere que veamos
su fiesta, Curátame?". Y fuéronse con toda la gente de guerra y llevaban
dos banderas. Y ya era partido Taríacuri, por otro camino, y lle-
góse con los suyos al pie del monte del barrio llamado Çacapu
hacúrucuyo y dijeron los viejos de Taríacuri: "tomemos algunas
espías de nosotros y pondrémonos a trechos para atalayar, para ver
por dónde vienen los isleños, porque no nos tomen aquí como mu-
chachos, pues estamos aquí con mujeres". Y tomaron algunos que fuesen
a ser atalayas. Y siendo ya hora de comer dijeron Hiripan y Tan-
gáxoan, que estaban en sus celadas cerca de aquel lugar donde
estaba Taríacuri con los suyos, holgándose: "levantemos a
nuestro dios Curícaueri, que ya es medio día, porque no tengamos no-
sotros la culpa desto". Y juntáronse todos y pusiéronse unos
cobertores de hierba encima de las cabezas y venían todos en
dos alas, por dos caminos, hacia el pueblo. Y viéronlos venir los
viejos que estaban en atalaya y dieron voces que venían sus ene-
migos, que lo fuesen a decir a Taríacuri, que se fuese delante por a-
mor de las mujeres; que venían dos escuadrones y venían encubier-
tos las cabezas con hierba y venían acachados. Y las mujeres, como
oyeron estas nuevas, que no las habían acabado de decir, huye-
ron todas por muchas partes hacia el pueblo y levantaron
gran polvareda a la ida y había gran ruido en liar las alhajas