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Datos para citar este texto:
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Moisés Franco Mendoza (coord.), paleografía Clotilde Martínez Ibáñez y Carmen Molina Ruiz, México, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, p.464
Folio p en ediciones
111 v 464

Tampoco ha de ser señor ninguno dellos. Los cuales entran en el pueblo
de Erónguariquaro y se hacen amigos dellos y, tomando enjemplo en los
del pueblo, se asientan a emborrachar. Y lo que era de los chichimecas
asentarse a emborrachar, que ninguno podía beber de aquel vino que
era de aquel dios Tarés Vpeme, dios de Cumachen, que era muy gran
dios, porque los dioses estándose emborrachando en el cielo le echaron
a la tierra y por esto estaba cojo este dios, pues de aquel vino quél bebía
no podía beber otro, sino él. Y el atabalero llamado Zizanba lo bebe
y anda borracho por su casa, y otro sacrificador. Allí tampoco en Cu-
machen, habrá señor. Buscad, hijos, petacas para echar los despojos que
les habemos de quitar en la guerra. Señores Hiripan y Tangáxoan, tan-
tos despojos habrá que no tendremos en qué echallos. Mirá tam-
bién el pueblo de Zacapu donde estaba un señor llamado Caró-
comaco, aquél no le viníe de ser señor mas era de baja suerte y
un pobre mendigo: ¿dónde dejó de dormir que no dormiese, por todas las
sierra, por soñar algud sueño? Y nunca tuvo revelación ni sue-
ño. Y vino al pueblo de Zacapu y empenzó a traer leña para los
cúes de Querenda angápeti. Y traía la leña y poníala por todo el
patio, y llegó al medio del patio a dormir con su leña, donde
estaba el madero muy largo donde descencían los dioses del cielo;
y después dormió más adelante, en un asiento llamado Vanáquaro, y a-
sí cada noche se iba llegando al cu de Querenda angápeti. Y llegó
donde estaba Sirunda arán mensajero del dios Querenda angá-
peti, y estando al pie del cu tampoco tuvo sueños. Y después em-
penzó a sobir por las gradas dél. En cada grada dormía una noche
por tener algud sueño y faltaba poco para llegar a lo alto del
cu y vídole venir la diosa Péuame, mujer de Querenda angápeti,
y dijo a Syrunda arán: "ven acá; ¿no ves que sube un hombre que lle-
ga ya acá, encima del cu? Yo no sé su nombre. Yo no sé cómo