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Datos para citar este texto:
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Moisés Franco Mendoza (coord.), paleografía Clotilde Martínez Ibáñez y Carmen Molina Ruiz, México, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, p.504
Folio p en ediciones
125 v 504

algún tiempo, y que habría cúes en Acunba parázicu y que estuviesen allí cien
hombres". Respondieron ellos: "viejos, ¿qué provecho será, quién viene aún a
destruirnos?". Dijeron ellos: "así es, señores; por eso dice vuestro tío que se abra
la puerta por su pueblo de Yzíparámucu, que él estaba con su gente hecho puer-
ta muy gorda y que se abrirá y que se irá adelante de vuestros términos a tomar
asiento con su gente". Dijeron ellos: "qué dice nuestro tío? ¿A qué ha de ir? ¿Quien
nos viene a destruir los pueblos?". Y tornáronse los mensajeros y llegan-
do a el señor de Yzíparámucu, saludólos y díjoles: "¿pues qué dicen?". Dijeron
los viejos: "señor, no lo creen". Dijo Zinzuni: "basta lo que han hablado: ven
acá, tabernero". Y veniendo, díjole: "señor, ¿qué quieres?". Díjole Zinzuni:
"¿hay algún vino?". Respondió el tabernero: "por qué no, señor. Sí hay". Díjole
Zinzuni: "traedlo y beberemos". Y hizo llamar todos los principales
y los que tenían en cargo la gente y toda la gente común y mujeres y
mochachos y díjoles desta manera: "oídme, gente, moradores de Yzípará-
mucu: matá los perros y las gallinas y papagayos grandes y coméos-
lo todo. ¿Cómo lo podréis llevar huyendo con ello? ¿Que no habemos de
estar aquí, yo y vosotros, más de cinco dias. Tomá todos masa o hari-
na y secadla, y otros quien quisiere hacer otro matalotaje, hágalo. ¿Có-
mo habéis de llevar con vosotros nada desto? Mirá que me tengo de ir
con vosotros y mudar a otra parte y hacer nuestro asiento". Y fuese la
gente a sus casas y empenzaron a emborracharse todos y el señor lla-
mó su mayordomo y díjole: "ven acá, daca los plumajes verdes de las plu-
mas largas que trujeron de Pázquaro por rescate de Tamápucheca, hijo de Taría-
curi, que cativamos". Y bajaron de una troj una arca de aquellas plumas
verdes y tomábanlas todos en manojos. Y compúsose él y todos los prenci-
pales con brazaletes de oro y orejeras de oro y collares de turquesas y pluma-
jes ricos y díjoles: "señores que estáis aquí, moradores de Yzíparámucu: gran
deleite es emborracharnos y beber. Pongámonos un poco los plumajes que han de ser
de Hiripan y Tangáxoan y de Hiquíngaje. Esto que tenemos aquí, todo ha de ser suyo;
traigámoslo un poco de tiempo". Y empenzaron todos a llorar y hacer