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Datos para citar este texto:
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Moisés Franco Mendoza (coord.), paleografía Clotilde Martínez Ibáñez y Carmen Molina Ruiz, México, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, p.539
Folio p en ediciones
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de negro los dientes y puso las mantas que llevaba, allí dentro. Y jun-
tóse a bailar con aquel señor llamado Cando. Entróse en medio dél
y su mujer y apartó a su mujer. Y como la vió Cando, tomóle la ma-
no y apretósela, y enpezaron todos a bailar. Y apretábanse las manos,
y dejóla y apartóse a una parte y paróse a mirar aquella mujer, cómo
era hermosa. Y tornó a la danza y tornó a tomar la mujer de la ma-
no y empenzaron a bailar. Y cesando la danza asentáronse todos y tor-
naron otra vez y díjole su hermano Vresqua: "hermano, ¿quién es aquella con quien
bailas?". Díjole Cando: "señor, hermana es de mi mujer". Dijo Vresqua: "muy her-
mosa es". Y bailaban todos y tornó su mujer a llegarse a su marido;
y la mujer de Pázquaro, de contino, se llegaba a Cando y se metía entre
entrambos y dejaba Cando a su mujer y tomaba la otra y baila-
ba siempre con ella. Bailó cuatro vueltas con ella y tomaron todos un bre-
baje o bebida llamada puzqua, y asió entre tanto de la mano Cando
aquella mujer y sacóla al portal de las casas de los papas y asen-
táronse allí entrambos, Y díjole Cando: "señora, ¿de dónde eres?". Dijo
la mujer: "señor, de Tupátaro, una estancia sujeta de aquí". Díjole Can-
do: "señora, ¿a qué veniste aquí?". Dijo ella: "señor, vine porque un hermano mío
puso aquí un esclavo y venimos aquí entrambos para llorar por él y ha-
celle que vaya presto al cielo". Segud la costumbre que solían tener cuando to-
maban algud cativo que habían de sacrificar, bailaban con él y decí-
an que aquel baile era para dolerse dél y hacelle ir presto al cielo. Díjo-
le Cando: "y tu hermano, ¿no está casado?". Díjole la mujer: "aún no es casado, señor".
Díjole Cando: "¿baila aquí entrambos?". Dijo ella: "sí, señor". Díjole Cando:
"¿aquí estaba y fué por leña para los cues?". Dijo la mujer: "así debe ser, señor,
yo me iré a mi casa". Díjole Cando: "es media noche. ¿Cómo, no habrás miedo?".
Dijo ella: "no, señor, mas iréme, ¿qué tengo de hacer aquí?". Díjole Cando: "yo
quiero ir contigo". Dijo ella: "señor, ¿a qué propósito has de ir?". Díjo-