Relación de Michoacán   >  Índice  >  Texto


Datos para citar este texto:
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Moisés Franco Mendoza (coord.), paleografía Clotilde Martínez Ibáñez y Carmen Molina Ruiz, México, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, p.627
Folio p en ediciones
31 v 627

aquella gente, que los habían emborrachado primero. Y enterrábanlos de-
trás del qu de Curícaberi, a las espaldas, con todas aquellas joyas
que llevaban, de tres en tres, y de cuatro en cuatro; y como amanecía
estaba ya quemado el cazonçi hecho ceniza. Y mientra[s] se quemaba,
estaban allí todos aquellos señores que habían venido con él; y atizaban
el fuego. Y juntaban toda aquella ceniza, donde había caído el cuerpo
quemado y algunos hosecitos, si habían quedado, y todo el oro que es-
taba derretido y plata. Y llevábanlo todo a la entrada de la casa de los
papas y echábanlo en una manta y hacian un bulto de mantas con
todas aquellas cenizas y oro y plata derretido, y ponían a aquel
bulto una máscara de turquesas y sus orejeras de oro y su tran-
zado de pluma, y un gran plumaje de muchas plumas verdes muy ri-
cas, en la cabeza, y sus brazaletes de oro y sus collares de turquesas, y
unas conchas del mar y una rodela de oro a las espaldas, y ponían-
le al lado su arco y flechas y su cuero de tigre en la muñeca, y sus co-
taras de cuero y cascabeles de oro en las piernas. Y hacían, al pie del
cu de Curícaberi, al prencipio de las gradas, debajo, una sepultura
de más de dos brazas y media en ancho, algo honda, y cercábanla de pe-
tates nuevos por de dentro, y en el suelo, y ponían allí una cama de ma-
dera dentro, y tomaban aquellas cenizas, con aquel bulto ansí compu-
esto, un sacerdote de los que llevaban los dioses a cuestas, y poníansele
a las espaldas, y ansí le llevaban a la sepoltura donde, antes que le pu-
siesen, habían cercado aquel lugar de rodelas de oro y plata, por de
dentro, y a los rincones ponían muchas flechas, y ponían allí muchas
ollas y jarros y vino y comida y metían allí una tinaja, donde a-
quel sacerdote ponía aquel bulto, dentro de la tinaja, encima [de] la
cama de madera, que mirase hacia oriente. Y ponían allí encima de
la tinaja y cama muchas mantas, y echaban allí pet[ac]as y muchos
plumajes, con que él bailaba, y rodelas de oro y placta y otras muchas
cosas, y ponían unas vigas atravesadas encima la sepultura y unas
tablas y envarábanlo todo por encima. Y la otra gente que lleva-