Relación de Michoacán   >  Índice  >  Texto


Datos para citar este texto:
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Moisés Franco Mendoza (coord.), paleografía Clotilde Martínez Ibáñez y Carmen Molina Ruiz, México, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, p.652
Folio p en ediciones
40 652

que aquella gente que ha venido está en Taxcala, allí moriríamos todos." Oida
la embajada, Zuangua respondió: "bien está, bien séais venidos, ya habé-
is hecho saber vuestra embajada a nuestros dioses Curícaveri y Xarátanga, yo no
puedo por agora inviar gente, porque tengo nescesidad de esos que habéis
nombrado; ellos no están aquí, questán con gente en cuatro partes conquistan-
do. Descansá aquí algún día y irán estos mis intérpetres con vo-
sotros, Nuritan y Piyo y otros dos. Ellos irán a ver esa gente que decís, en-
tre tanto que viene toda la gente de las conquistas." Y salieron fuera los
mensajeros y pusiéronlos en un aposento, y diéronles de comer y hizo
dalles mastiles y mantas y cotaras de cuero y guirnaldas de trébol. Y
llamó el cazonçi sus consejeros y díjoles: "¿qué haremos?, gran trabajo es
éste de la embajada que me han traído. ¿Qué haremos? ¿Qués lo que nos [ha] aconte-
cido?. Que el sol estos dos reinos solía mirar, el de México y éste. No habe-
mos oído en otra parte que haya otra gente; aquí sirvíamos a los dioses.
A qu[é] propósito tengo de inviar la gente a México, porque de con-
tino andamos en guerras y nos acercamos unos a otros, los mexicanos
y nosotros, y tenemos rencores entre nosotros.Mirá, que son muy astu-
tos los mexicanos en hablar y son muy arteros a la verdad, yo no ten-
go nescesidad, según les dije; mirá, no sea alguna cautela. Como no
han podido conquistar algunos pueblos quiérense vengar en noso-
tros y llevarnos por traición a matar y nos quieren destruir. Vayan
estos navatlatlos y intérpetres que les he dicho que irán, que no son
muchachos para hacello como mochachos, y éstos sabrán lo que es". Respon-
diéronle sus consejeros: "señor, mándalo tú que eres rey y señor, ¿cómo te
podremos contradecir?, y vayan éstos que dices". Primero mandó traer
muchas mantas ricas y jicales y cotaras de cuero y de las navas y mantas
de sus dioses, ensangrentadas, como las habían traído de México para
sus dioses y de todo lo que había en Mechuacan. Y diéronselo a los mensaje-
ros que lo diesen a Montezuma. Y fueron con ellos los navatlatos para
ver si era verdad. Y envió el cazonçi gente de guerra por otro camino y
tomaron tres otomíes y preguntáronles: "¿no sabéis algunas nuevas