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Datos para citar este texto:
Jerónimo de Alcalá, Relación de Michoacán, Moisés Franco Mendoza (coord.), paleografía Clotilde Martínez Ibáñez y Carmen Molina Ruiz, México, El Colegio de Michoacán, Gobierno del Estado de Michoacán, 2000, p.325
Folio p en ediciones
42 v 325

mucha comida para que tenga fuerza la gente para la guerra, no tengas
lástima de la gente, muramos presto y tengamos nuestro estrado de
la gente que morirá, si no saliéremos con la nuestra, si los cobardes y para
poco de nuestros dioses no nos favorescieren, que mucho tiempo ha que le habían dicho
a nuestro dios que ninguno le destruiría su reino y no habemos oído más
reinos déste y Mychuacan. Pues tornaos". Y ansí nos partimos y salieron
con nosotros a despedirnos. Estas son las nuevas que te traemos". Díjole
el cazonçi Zuangua: "bien seáis venidos, ya yo os [he] tornado a ver. Mucho
ha que fueron otra vez los viejos, nuestros antepasados, a México; no sé por qué
fueron; mas agora gran cosa es por la que fuistes. Y lo que vinieron a
decir los mexicanos cosa trabajosa es. Seáis bien venidos. ¿A qué
habemos de ir a México? Muera cada uno de nosotros por su parte;
no sabemos lo que dirán después de nosotros y quizá nos venderán a
esas gentes que vienen y nos harán matar. Haya aquí otra conquista
por sí, vengan todos a nosotros con sus capitanías. Mátenlos
a los mexicanos que muchos días ha que viven mal, que no traen leña para
los qúes, mas oímos que con solos los cantares honran a sus dioses.
¿Qué aprovecha los cantares solos? ¿Cómo los dioses los han de favorecer
con solos los cantares? Pues aquí trabajemos más. Cómo, ¿no suelen mu-
dar el propósito los dioses? Esforcémonos un poco más en traer leña
para los qúes; quizá nos perdonarán. ¡Cómo se han ensañado los dioses del cie-
lo! ¡cómo habían de venir sin propósito! Algún dios los invió y por
eso vienen. Pues conozca la gente sus pecados; represéntenseles a la
memoria, aunque me echan a mí la culpa de los pecados; a mí que soy el
rey. No quieren rescibir la gente común mis palabras, que les digo que
traigan leña para los qúes, pierden mis palabras e quiebran la cuenta
de la gente de guerra. ¿Cómo no se han de ensañar nuestro dios Curícaveri y
la diosa Xarátanga? ¿Cómo, no tiene hijos Curícaveri? Y Xarátanga, ¿no
ha parido ninguno, teniendo hijos? ¿Cómo no se han de quejar a la madre
Cuerávaperi? Yo amonestaré a la gente, que se esfuerce un poco más, porque
no nos perdonarán si habemos faltado en algo." Respondieron los señores:
"Bien has dicho, señor; esto mismo diremos a la gente, lo que tú mandas". Y fuéron-