ron los mensajeros a Mechuacan y fueron por los pueblos susodichos y hi-
cieron saber a los caciques lo que decía el cazonçi, y dijeron los caciques: "¿por
qué no lo habemos de dar? De verdad, que suyo es lo que está aquí." Y trujéronlo
todo a Mechuacan, doscientas rodelas de oro y doscientas de plata y lunetas de
oro y orejeras y brazaletes. Y lleváronlo a México y el nabatlato Pilar tomó
secretamente, sin que lo viese Guzmán, como solía, cien joyas de aquellas, entre
brazaletes de oro y lunetas y orejeras. Y llevaron lo otro a Guzmán y como
lo vió Guzmán, arrojólo en el suelo y dióle con el pie. Y era de noche cuando se lo
llevaron. Y estuvo el cazonçi en México, preso, nueve lunas. Cada luna es veinte
días.
[XXIX]
COMO VINO NUÑO DE GUZMAN A CONQUISTAR A XALISCO Y COMO
HIZO QUEMAR EL CAÇONÇI
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