echósela a las espaldas. Y su mujer tomó el hijo a cuestas y así se partieron y abajaron del monte y llegando a un lugar llamado Quérequaro, díjole su mujer: "señor, tú llevas a Cu- rícaueri en tu favor e ayuda, pues, ¿qué será de mi?. En mi casa está un dios llamado Vaçóriquare: ¿no te esperaríes aquí un poco?, y subiré hacia el monte y tomaría siquiera alguna man- ta de mi dios y la pondría en el arca para tener por dios y guardalla". Díjole Ticátame: "sea así, como dices. Ve, que también ese dios que dices es muy liberal y da de comer a lo[s] hom- bres". Y como fuése la mujer, subió por un recúesto y llegó al lugar donde estaba aquel dios; y no solamente ctomó, co- mo ella dijo, una manta, mas tomó el ídolo y envolvióle en la manta y trújole a donde estaba Ticátame, el cual le di- jo: "seas bien venida, madre de Sicuíranchan". Y ella asimesmo le saludó. Y díjole Ticátame: "¿traes la manta por que fuiste?". Dijo ella: "sí, y traigo también al dios Vaçóriquare". Y díjole Ticátame: "Tráigale en buen hora, muy hermoso es; estén aquí junctos él y Curí- caueri". Y púsole en el arquilla que iba Curícaueri y ansí mo- raron en uno. Y llegaron al lugar donde iba, llamado Zichá- xuquaro, donde hicieron sus casas y un cu, que está hoy en día, de- rribado.
[ III ] DE COMO MATARON EN ESTE LUGAR SUS CUÑA- DOS A ESTE SEÑOR LLAMADO TICATAME
Pues como Ticátame llegase a Zicháxuquaro, un lugar po- co más de tres leguas de la cibdad de Michuacan, pasán- dose algunos días, que era ya hombre Sicuírancha hijo de
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