Mechuacan y sus sacerdotes y señor llamado Taríyaran, iban por leña a Ta- mátaho, lugar cerca de Santa Fe, y sus sacerdotes llamados Vatárecha, lle- vaban ofrenda desta leña, algunas veces a Curícaueri, y había allí un ca- mino y los chichimecas que tenían a Curícaueri, viendo esto, iban a un barrio de Mechuacan llamado Yauaro y de camino llevaban des- ta leña a Xarátanga en ofrenda a Mechuacan. Y la leña que traían los unos y llevaban los otros se encontraba en el camino. Y un día el señor que tenía a Xarátanga, con sus sacerdotes, bebiendo una vez mucho vino en una fiesta desta su diosa Xarátanga, empezaron a escoger de las mieses que había traído Xarátanga a la tierra, ají colorado y verde y amarillo y de todas estas maneras de ají hicieron una guirnalda como la que solía ponerse el sacerdote de Xarátanga. Escogeron, así mesmo, de los frísoles colorados y negros y ensartáronlos unos con otros y pusiéronselos en las muñecas diciendo que eran las mieses de Xarátanga, que su sacerdote se solía poner. Y sus hermanas llamadas Pa- zímbane y Çucúraue, escogeron destas dichas mieses el maíz colorado y lo pintado, y ensartáronlo y pusiéronselo en las muñecas diciendo que eran otras cuentas de Xarátanga. También escogeron de otras maneras de maíz, de lo blanco y de lo entreverado, y ensartáronlo y pusiéronselo al cuello diciendo que eran sartales de Xarátanga. Y desplaciendo esto a la diosa, no se les pegó el vino, que todo lo echaron y gomitaron y levantándose y tornando algo en sí, dijeron a sus hermanas: "¿qué haremos, hermanas, que no se nos pegó el vino?. Muy malos nos senti- mos; id, si quisiéredes, a pescar algunos pececillos para comer y quitar la embriaguez de nosotros". Y como no tuviesen red para pescar toma- ron una cesta, y la una andaba con ella a la ribera, y la otra o- jeaba el pescado y las pobres, ¿cómo habían de tomar pescado, que se lo habíen ya escondido Xarátanga, que era tan gran diosa?. Y des- pués de haber trabajado mucho en buscar pescado toparon con una cu- lebra grande y alzáronla en la mano, en un lugar llamado Uncúçe-
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