le: "hermana acá y hermana acullá". Y como estaban ellos entiznados, en- tiznáronla toda la cara y los vestidos. Y a la mañana fuéronse a su pueblo y entróse la mujer en su casa. Y ya traía Taríacuri su leña para los cúes y venía todo la gente dando grita y venía delan- te de todos Taríacuri. Y llevaron la leña a los fogones y echáron- la allí y hicieron un gran fuego, que se alzó la llama muy alta y humo. Y aquellos buenos hombres iban dando voces, Xorópyti y Taré- quasingata, a su pueblo, Yzípamucu. Y fuese a su casa Taríacuri, y es- taba el vino derramado y bosado por allí en su casa y estaba todo hediendo a vino. Y dijo Taríacuri: "¿por qué no habéis barrido aquí?". Y entróse de largo en casa y salióle a rescebir su tía y saludóle y díjole que fuese bien venido y díjole Taríacuri : "¿qués de la señora?". Díjole su tía: "ay, señor, que está enferma. Allí está en aquel aposento, allí detrás, donde duermes". Díjole Taríacuri : "¿qué dices, tía? ¿A qué hora empenzó a estar mala?". Díjole su tía: "ay, señor, que lue- go como te partiste de casa". Díjole Taríacury: "¿Está muy enferma?". Díjole su tía: "señor, toda esta noche no ha hecho sino rebesar. Quizá tiene un fermedad llamada senguero". Y dijo Taríacuri: "quie- ro ir allá". Díjole su tía: "espera, señor, no vayas. Come primero, que yo la levantaré y bañaré y tú estarás allí un poquito". Y Taría- curi no curó más, entróse derecho donde estaba durmiendo y estaba una mochacha asentada a su lado. Tenía cobierto el rostro con una manta delgada. Y habló a la mochacha y ella le saludó diciéndole: "seáis bien venido, señor". Díjole Taríacuri: "dicen que está enferma la señora". Dijo la mochacha: "así es la verdad, señor". Y llevaba el arco en la ma- no y alzó la manta del rostro con el arco y vió que estaba toda en- tiznada, y la saya mal compuesta y los pechos todos entiznados y el vino por los labrios y dijo entonces Taríacuri : "sí, si, cierto que está en- ferma. Tórnala a cubrir". Y tornóse a salir y fuese derecho al monte por leña. Y nunca quiso comer nada y no osó poner las manos
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