a su casa halló a sus mujeres que estaban todas juntas, y díjoles Zurunban : "madres, mirá que no yerra golpe Taríacuri; que ya veis este pajarillo, qué tamaño es, que no era cosa que se puede flechar ¡mi- rá cuán hermoso es!" Y traíenle aquellas señoras de una en otra, en la mano. Y trujeron de comer y comieron todos; y después de comer dejo Çurunban a Taríacuri : "hijo, ¿no beberás una taza de lo que yo bebo?". Respondióle Taríacuri : "¿por qué no, hermano?". Y diéronle a beber y entróse a otro aposento de dentro Zurunban, y tomó de un color amarillo, y traíalo en la mano y llegó a Taríacuri y díjole: "señor, ¿cómo, no te pondrás un poco desta color?". Respondióle Taríacuri : "¿qué dices, hermano? ¿Cómo, me tengo de poner ese color? Que ya yo tengo ese color ne- gro, que es de mi dios Curícaueri. ¿Qué es esta tizne? Póntelo tú". Solían los señores entiznarse todos en honra de Curícaueri, su dios. Por eso dice Ta- ríacuri que tenía [a]quella color por amor de su dios. Díjole Çurunban : "¿Qué dices, señor? Ponértela tienes, yo te la pondré". Y púsosela por las narices, hacia bajo y por las uñas de las manos y de los pies y díjole: "así te lo has de poner. ¡Oh, qué hermoso estás! Y yo todo me tengo de poner desta color amarilla, el cuerpo y la cara". Y dí- jole Taríacuri : "póntelo, hermano". Y díjole Zurunban : "póngome ahora este color porque sacrifiqué unos malhechores llamados váz- cata para que vayan sus ánimas con las ofrendas a la madre Cueráuaperi". Y paráronse todos amarillos. Y entróse dentro Zurunban y fué por dos mujeres, o eran sus hijas o sus mujeres, y hizo que las bañasen y que las ataviasen. Púsoles unos zarzillos en las orejas, de tortugas, y sartales a las muñecas y collares de turquesas al cuello y tomólas de la mano y entró donde estaba Taríacuri y díjole: "señor Taríacuri". Díjole Taríacuri : "¿qué es, hermano?". Díjole Zurunban : "ves aquí tus madres, para cuando te dieren a beber vino, porque hace quitar el sentido y desatienta:
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