hijo y hacíanle señor antes que muriese el padre y él man- daba el pueblo, como paresce aquí en este pueblo susodicho de Cu- rínguaro, por ser muy viejo Chánshori, hizo señor a su hijo antes de su muerte. Pues, llamó Vresqua sus viejos y enviólos a Taríacuri con un mensaje y díjoles: "id a Taríacuri y decid- le que habemos oído que hizo una entrada hacia occidente y trujo muchos plumajes verdes, largos y penachos blancos y plu- mas de papagayos y otras plumas ricas de aves y color ama- rilla de la buena y collares de turquesas y otras piedras preciosas y oro y plata de lo bueno y collares de pescados del mar y otras muchas cosas: que lo traigan quí todo para nuestro dios Vréndequabé- cara, que aquellos no son atavíos de su dios Curícaueri, mas de Vréndequavécara". Y partiéronse los viejos y llegaron donde estaba Taríacuri y dijoles: "¿A qués vuestra venida?". Respondieron ellos: "señor, tus cuñados nos envían a ti". Y relatáronle toda su embaja- da y respondió Taríacuri : "así es la verdad que fuí donde dicen, y así es la verdad que truje todo lo que dicen. Asentaos y comeréis y yo os des- pidiré". Y diéronles de comer y después de haber comido, pidieron licen- cia para tornarse. Y díjoles Taríacuri: "esperáos un poco". Y hizo tra- er unas arcas y empenzó de abrillas, las cuales estaban llenas de muchas maneras de flechas y tomó muchas dellas y pidió una manta de algodón y envolviólas en ella y llamó los viejos que habían venido con el mensaje y díjoles: "tomá este envoltorio y lle- vásele a vuestros señores, que esto es lo que piden. ¿Qué otra cosa piden sino esto?". Y dijeron los viejos: "señor, no nos dijeron que habíamos
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