Y en Curínguaro ya es muerto el viejo Chánshori y están allí
sus hijos por señores: Cando, Huresqua y otro llamado Sica y o-
tros llamados Zináquabi y Chapá. Todos éstos traen difi-
rencias sobre el señorio. Ninguno déstos ha de ser señor; to-
dos éstos morirán en la guerra, que uno dellos llamado Chapá una
cosa me dijo de importancia: que era esclava su madre
y no le obedecen por haber nacido de parte de esclava". Y yo le dije:
"Chapá, ¿cómo, no eres señor? Señor eres, esclava es tu madre, mas
tu padre señor era. Yo te quiero dar una parte de mi dios Cu-
rícaueri, a éste trairás leña del monte". Dicía en su tiempo
esta gente, que los que habían de ser señores, que habían de tener consi-
go a Corícagueri y que si no le tenían, que no podían ser señores.
Y por eso le guardaban los señores con mucho cuidado y después
sus hijos. Y como le dí aquella parte de Curícaueri, llevóla
y púsola en Tétepeo. Allí tomó muchos esclavos Curícaueri
y trujo, en veces, doscientos esclavos, Chapá, de la guerra, y ansí
fué ensanchando su señorío. Y de allí tomó a Curícaueri y lle-
vóle a un lugar llamado Arángnario y de allí fué destru-
yendo Curícaueri hasta Tirípitio. Y sabiendo los de Curýn-
guaro, diéronle una señora por mujer y por esta causa par-
tía los esclavos que tomaba en la guerra. Y tomando algunas veces
cien esclavos, no traía más de cuarenta aquí, a Pázquaro, y
lleva lo[s] otros sesenta a Corínguaro. Y después empenzó a tra-
er no más de veinte esclavos y después no más de cinco, que
todos los llevaba a Corýnguaro. Y otras veces tomando cien-
to, no traía más de uno solo, aquí a Pázquaro, y todos los
llevaba a Corínguaro. Y yo tornéle a enviar su esclavo
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