cuyo y casas de los papas y allí también habría fuegos y ahumadas y ansí nos extendiríamos y viviríamos. ¿Por qué está aquí Hiripan y hace ahumadas en lo alto del monte y Tangáxoan aquí cerca en el monte Pu- réperio y que miren los fuegos de Hiquíngaje y ahumadas, que dónde quie- re ir? Que ellos no lo hacen sino por ir a otras partes y que quieren ve- nir contra nosotros. Esto diréis a mis sobrinos y que si no lo quisieren creer, que se abra la puerta por mi pueblo de Yzíparámucu, que yo con mi gente estábamos hechos una cerca y pared muy gruesa, con que está ata- da la puerta que me abriré y me quitaré de ser puerta y me iré con mi gente y, pasando adelante de sus términos, haré mi asiento con mi gente. Si no creyeren esto que les digo, esto les diréis a la partida". Este señor en estas palabras toma semejanza de las puertas que ellos usan en sus casas hechas de tablas, atadas con cordeles. Dice que se quitará de ser puerta y cerradura del paso donde está y que entra- rán a ellos y los conquistarán. Y partiéronse los mensajeros y lle- garon donde estaban los dichos señores y saludáronlos y dijeron los señores: ¿"a qué venís, viejos?". Y contáronles su embajada. Y dijeron: "dice nuestro tío: ¿por miedo de quién dice esto? ¿Quién nos ha de conquistar? ¿Qués aquello que dice, no es humo por miedo del cual dice esto, mirando las a- humadas? Todos los que las hacen pueden andar si no veinte hombres en cada parte. Si fuésemos a ellos, ¿habría para que tomásemos cada uno el suyo? Si fuésemos a ellos cada ciento de nosotros ¿no tomaría el suyo porque aquí hay falta o carestía de gente? Porque nosotros solos lo ocupamos to- do y estamos hechos un piélago. ¿Dónde es de agora ser Corínguaro? Porque de todo en todo es población divina y tiene canas de muy antigua población y las piedras de los fogares han echado muy hondas raíces. ¿Quién ha de venir a destruirnos? Esto es lo que le diréis". Dijeron los men- sajeres: "sí, señores, y por esto dice vuestro tío que vayan cada cien hombres a to- mar dos asientos y harían fuegos y ahumadas a los dioses por vivir
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