y éste que viene con él dice que es su hermano, que se llama Zipaqui. Díjoles Ta-
ríacuri: "¿qué dice Hiuacha?". Dijéronle: "¿qué ha de decir, señor?". Dijo Taría-
curi: "allí está. ¿Qués lo que siente?, que desta manera castiga Curícaueri. Es-
to le dijeron sus padres del cielo, que conquistase la tierra. Id
y escogedlos. ¿Qué decís?". Y fueron y escogéronlos y libertaron cuatrocien-
tos. Y estuvieron componiendo los cativos dos días y empluma-
rónlos y pusierónles las mitras de plata y unas tortas de plata
al cuello, como soles, y unos cabellos largos a las espaldas. Y al señor
también dellos, llamado Hiuacha, y pusiéronles cascabeles en las
piernas. Y velaron con todos ellos en las casas de los papas una noche,
y bailaron con ellos y a la media noche tañeron las trompetas para
que decendiesen los dioses del cielo, y a la mañana, echaron su hari-
na a los pies de los cúes. Y subieron a los cúes Hirepan y Tangáxoan y Hi-
quýngaje y los otros señores, todos compuestos. Y Taríacuri estaba a-
sentado en una silla a la entrada de las casas de los papas. Y sacri-
ficaron a todos aquellos cativos. Y un día entero no hecieron si-
no sacrificar. Y tenían al cuello unos collares de huesos llamados ta-
ropu vta, que eran colorados y estaban todos ensangrentados de la san-
gre que saltaba de los sacrificados y lleváronlos a lavar a un a-
gua, que está en la casa de don Pedro, gobernador en Pázquaro, y puso
nombre Taríacuri aquel lugar Carupu vta, el cual tiene hasta el pre-
sente día. Y dice la gente común que por eso aquel agua de allí no
es sabrosa porque se lavaron allí, entonces, aquellos huesos o conchas.
[XXXI]
COMO HIREPAN Y TANGAXOAN Y HIQUINGAJE CONQUISTARON TO-
DA LA PROVINCIA CON LOS ISLEÑOS Y COMO LA REPARTIE-
RON ENTRE SI Y DE LO QUE ORDENARON
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