puestos por mano del caçonçi.
Había otro que era guarda de las águilas grandes y pe- queñas y otros pájaros, que tenía más de ochenta águilas rea- les y otras pequeñas, en jaulas. Y les daban de comer del común, gallinas. Había otros que tenían cargo de dar de comer [a] sus leones y ádives y un tigre y un lobo que tenía. Y cuando eran estos animales grandes, los flechaban y traían otros pequeños.
Había otro diputado sobre todos los médicos del caçonçi.
Había otro diputado sobre todos los que pintaban jicales, llamado vrani atari, el cual hay todavía.
Otro sobre todos los pintores llamado chúnicha.
Otro diputado sobre todos los olleros.
Otro sobre los que hacen jarros y platos y escodillas, llamado hucáziqua vri.
Había otro diputado sobre todos los barrederos de su casa.
Otro diputado sobre todos los que le hacían flores y guir- naldas para la cabeza.
Había otro diputado sobre todos sus mercaderes que le buscaban oro y plumajes y piedras, con rescate.
Andaban con él los valientes hombres, que eran como sus ca- balleros, llamados quangáriecha, con unos bezotes de oro o turquesas y sus orejeras de oro.
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