[IV]
DE LAS ENTRADAS QUE HACIAN EN LOS PUEBLOS DE SUS ENEMIGOS
[LAMINA XXXI]
Antes que se partiesen a la guerra, por la fiesta de Hanzíuansquaro,
mandaba traer el cazonçi leña para los qúes por toda la Provin-
cia, y en la vigilia de la fiesta, estaba alzada toda aquella
leña en grandes rimeros en el patio. Entonces un sacerdote
llamado hirípati, y cinco de los sacrificadores y cinco de
otros sacerdotes llamados cúritiecha, hacían unas pelotillas
de olores, en una casa que estaba en su casa del cazonçi, y ponían-
las en unas rajas de encina y después ponían todas aquellas
pelotillas de aquellos olores en unas calabazas y dábanles
unas cazuelas y unos cañutos de sahumerios y llevaban a-
quellas cazuelas al hombro cinco sacerdotes llamados
tiuímencha, y ansí iban todos estos a las casas de los papas, y
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