redes y fuéredes rebeldes, no libraré a ninguno de vosotros de la mu- erte, si quebráis la cuenta de la leña que se trae para los qúes y si quebráis los escuadrones y capitanías de las guerras." Y deshacíase aquella con- sulta y íbanse todos a sus posadas . Y desde a cinco días iban por él a su casa, donde moraba primero, y iba el sacerdote mayor y todos los señores mayores y caciques, y llegando a su casa saludábanle y decíanle: Quangá, ques valiente hombre, esforzado, y él tornábales saludes, y decía- le el sacerdote mayor: "señor, por ti venimos para que entres en la casa de tu padre". Respondía él: "pláceme de ir, agüelo", que ansí decían a los sacerdotes. Y componíase: poníase una guirnalda de cuero de tigre en la cabeza; y un carcaj de cuero de tigre con sus flechas, o de otros ani- males, de colores; y un cuero de cuatro dedos, en la muñeca; y unas mani- llas de cuero de venado con el pelo y unas uñas de venados en las piernas, que eran insinias de señor. Y todos los señores se ponían de aquella ma- nera y partíanse de su casa, y iban delante dél el sacerdote mayor con diez obispos o mayores sobre los otros sacerdotes, compuestos co- mo ellos se solían componer, con sus calabazas y lanzas al hombro. Después iba, tras ellos, el que había de ser rey y detrás todos los caciques y seño- res de la provincia, que habían venido por él. Y ya estaban en el patio to- da la gente de la cibdad y de fuera, ayuntada, con todas las espías de la guerra y todos los correos y mensajeros, todos entiznados. Esta- ban todos por su orden, y estaban todos los sacerdotes en sus proce- siones, y las espías, y oficiales de los qúes. Y llegando el cazonçi al patio, saludábanle primero los sacerdotes y llamábanle Quanguá- paqua, que es majestad. Y pasaba por medio de aquellas proce- siones dellos, saludando a unos y a otros, a una parte y a otra, y traíanle una silla nueva en el porctal que solía estar su padre, y asen- tábase en ella. Y como él se asentaba, ayuntábanse en derredor dél todos los señores y caciques, y toda la gente concurría allí y levan-
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